27 de abril de 2020

Molletes de Antequera

ingredientes
Esponja 
10 g de levadura fresca, 50 g de leche templada, 85 g de harina 
Masa 
500 g de harina de fuerza, 350 ml de agua, 10 g de sal, 1 c.s. de azúcar

preparación
  1. Disolvemos la levadura en la leche templada, le añadimos la harina y amasamos hasta formar una bola. 
  2. Sumergimos la bola en agua templada y, cuando flote, la retiramos. 
  3. Mezclamos los ingredientes de la masa con la esponja (bola) y amasamos hasta conseguir una masa lisa y muy blandita. La ponemos en un bol tapado con un paño, en sitio cálido, y esperamos a que suba hasta doblar su volumen. 
  4. Dividimos la masa en porciones de uno 100 g, que colocamos en una bandeja de horno. Podemos hacer las porciones redondas o alargadas. En esta ocasión las haremos alargadas para utilizarlas en la siguiente receta. 
  5. Las espolvoreamos con harina y las cubrimos con un paño hasta que vuelvan a crecer. En este caso, el tiempo mucho menor que en la primera ocasión. 
  6. Horneamos durante unos minutos a 200º y, cuando los molletes estén altos, bajamos la temperatura a 180º (no deben coger color). En total, el tiempo de horneado será de 12 a 15 minutos.
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Perrito de gambas

ingredientes
6 panes para perritos (Molletes de Antequera, en nuestro caso), ½ kg de gambas cocidas y picadas gruesas, mantequilla, apio, lechuga y cebolleta
Salsa
200 ml de mayonesa, 1 c.s. de mostaza, 1 c.s. de kétchup, ½ c.c. de tabasco, 1 c.s de salsa Perrins

preparación
  1. Mezclamos todos los ingredientes de la salsa y ajustamos el punto de picante a nuestro gusto.
  2. Picamos las gambas (o los langostinos) en 3 trozos cada uno, los mezclamos con el apio y la cebolleta, también picados, y con la salsa.
  3. Partimos por la mitad los panecillos, untamos ambas partes con mantequilla y las tostamos.
  4. Hacemos un bocadillo con la mezcla de salsa y gambas, sobre la que ponemos una lechuga en juliana.
  5. Se debe de comer inmediatamente para que el pan esté aún caliente, contrastando con lo fresco del relleno.

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Clafoutis de cerezas

ingredientes 
3 huevos, un limón, 125 ml de leche, 50 g de azúcar, 50 g de harina, 400 g de cerezas

preparación
  1. En un bol, batimos los tres huevos con la ralladura del limón, una pizca de sal y el azúcar. 
  2. Vertemos la leche e incorporamos la harina y batimos un poco más para que mezcle bien.
  3. Deshuesamos las cerezas y las colocamos, distribuidas uniformemente, en un molde que habremos untado con mantequilla. 
  4. Vertemos la masa encima y horneamos a 200º unos 20 minutos. 
  5. Espolvoreamos con azúcar glas y servimos tibio.
  6.  
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El año en que el Valle del Jerte floreció en la clandestinidad


Si un viejo árbol, que creció en medio de la selva en el lugar más alejado de las zonas accesibles para el hombre, se quiebra por el peso de los años y cae estrepitosamente sin que nadie pueda oírlo ¿hace ruido?
Cabe preguntarse lo mismo con los cerezos del valle del Jerte: si confinados como estamos por el coronavirus, nadie ha podido acercarse hasta el Jerte para contemplar la explosión anual que cubre de blancura todo el valle, ¿alguien nos puede asegurar que los cerezos han florecido? Seguro que lo certifican los labradores que durante todo el año han estado mimando sus árboles para que den lo mejor de sí mismos al llegar la primavera, pero ya se sabe que son parte interesada y que en un juicio se considera más que dudosa la confesión de quien tiene interés en la causa juzgada. Pueden hacer fotos con sus iphones, pero ya se sabe que la imagen es cada vez menos de fiar y hay muchas fake news. Siempre nos quedará la duda.
Lo que es seguro es que los agricultores seguirán afanándose para que las cerezas maduren en los árboles y poder sacar fruto, valga la redundancia, a su trabajo de todo el año. Al final, si hay brazos para recogerlas, volverán a aparecer en los mercados, en cestas deslumbrantes que, inexorablemente, se convierten en objeto del deseo del cliente de la frutería.
En los últimos años, las cerezas que noes venden son cada vez más gordas, más lustrosas. Además, después de pasar por la calibradora, son todas iguales: parecen clónicas. A las terrazas del valle hace tiempo que llegó el regadío, que ha multiplicado la producción de cerezas que, además, son espectaculares. Sin embargo, esas cerezas no son, ni mucho menos, las más sabrosas. Como ocurre con tantas frutas (el melón es otro ejemplo) las de secano son las mejores para el paladar. Y mejor que no sean todas iguales, cada cereza madura como Dios le da a entender y unas maduran muy pronto y hay que comerlas pequeñitas y otras tardan un poco más y les da tiempo a engordar y ponerse lustrosas. Unas y otras, si se comen en su punto de madurez, son deliciosas.
Además de tomarlas en temporada, las cerezas y guindas pueden aparecer de mil formas: como guinda del pastel, en almíbar, en esos agradables gazpachos de cerezas y en multitud de pasteles tradicionales. De todos, quizá el más clásico es el clafoutis, que vamos a hacer esta semana en nuestra clase. Con ese nombre, no hay que decir que nos ha llegado de Francia. Allí, concretamente en la región del Limousin, se hacía ya en el siglo XIX y desde entonces ha sido una tarta de éxito. Básicamente consiste en rellenar un recipiente de horno, sobre el que se distribuyen las cerezas, con una especie de masa de crepe. Las tarifas del dentista y la comodidad, requieren que las cerezas que se emplean se hayan deshuesado previamente, pero la receta clásica dice que no, que deben de conservar su hueso aún a riesgo de dejarse una muela al tomar el clafoutis. Al parecer con el hueso tienen un sabor especial.
Hay gustos para todo. Al fin y al cabo, nosotros no hemos logrado ponernos de acuerdo sobre si la tortilla de patata debe llevar cebolla o no.

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20 de abril de 2020

Paté de champiñón a la garnacha

ingredientes 
200 g de champiñón, 50 ml de vino tinto elaborado con uva garnacha, ¼ de cebolla, 30 g de mantequilla, 2 c.s. de aceite de oliva, sal y pimienta

preparación
  1. Picamos finamente la cebolla y la salteamos en la sartén con un poco de aceite. 
  2. Picamos finamente el champiñón y los salteamos con la cebolla que hemos pochado anteriormente.
  3. Añadimos el vino y dejamos que reduzca unos 5 minutos. 
  4. Cuando queda poco jugo, añadimos la mantequilla y trituramos todo. Sazonamos con sal y pimienta si fuera necesario. 
  5. Se obtendrá una pasta lisa que pondremos en una tarrina para que enfríe. Si se quiere, se puede cubrir con grasa de pato (o de cerdo) fundida.
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Carpaccio de ternera al tempranillo

ingredientes 
500 g de carne de ternera (puede ser de aguja, que es tierna y más económica que otros cortes) Marinada  
300 ml de vino tinto elaborado con uvas de la variedad tempranillo, 1 cebolla, 2 zanahorias, laurel, perejil, tomillo, ajo, pimienta, aceite de oliva y sal 
Cubierta  
15 g de mostaza de Dijon, 25 g de hierbas de Provenza

preparación
  1. Rehogamos en aceite la cebolla y la zanahoria a fuego suave. 
  2. Añadimos el vino, el laurel, el perejil, el tomillo, el ajo, la pimienta y la sal. Cocinamos durante 2 minutos, retiramos del fuego y, sobre esta marinada, ponemos la carne, que dejamos reposar durante 3 0 4 horas. 
  3. Sacamos la carne de la marinada y la cubrimos, primero con mostaza y luego con hierbas de Provenza.
  4. Envolvemos con papel film formado una especie de embutido y dejamos enfriar en la nevera.
  5. Antes de servir, dejamos congelar durante media hora y cortamos en filetes finos, que servimos en un plato sin que se solapen y sobre los cuales rallaremos parmesano y echaremos un chorrito de aceite de oliva.
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Sandía a la sangría de bobal

ingredientes 
110 g de almíbar, 250 ml de vino tinto elaborado con uva de la variedad bobal, 65 g de Grand Marnier, 55 g de coñac, 40 g de zumo de naranja, 2 kg de sandía sin pepitas.

preparación
  1. Cortamos la sandía en cubitos. 
  2. En un cazo calentamos la misma cantidad de agua que de azúcar y dejamos que enfríe. 
  3. Mezclamos la sandía y el almíbar conel resto de los ingredientes y hacemos una sangría que ponemos en bolsas zip (cremallera). 
  4. Cerramos las bolsas procurando que no quede aire en su interior y las ponemos en un recipiente con mucho hielo. 
  5. Lo metemos en la nevera durante 2 horas y ya estará listo para tomar.
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Cocinar con vino

Desde siempre se ha utilizado el vino en la cocina, sobre todo cuando el plato requería una salsa más o menos contundente, más o menos sutil. Para las carnes vale tinto o blanco; un tinto desluciría un plato de pescado; los vinos generosos andaluces parecen capaces de adaptarse a mar y montaña a pesar de su acusada personalidad; la sidra también da buenos resultados en la cocina. Que se lo pregunten a vascos y asturianos. Sin embargo, cuando se trata de usar el vino en la cocina, nadie parece preocuparse de cuál va a utilizar y casi siempre se opta por el que esté más a mano y, sobre todo, por el más barato.
El vino es algo tan maravilloso que, aunque no sea el mejor, siempre da la talla cuando se le dan estos papeles subalternos, pero no siempre es mejor un buen vino para un buen guiso. Se dice que en la cocina se debe emplear el vino que se va a servir en la mesa. Yo no diría tanto, si en la mesa se va a utilizar un vino de buena calidad y precio acorde. Sería desproporcionado. No hace falta un gran reserva de Rioja para que unas carrilleras salgan de chuparse los dedos: sería extravagante y además saldría caro. Sin embargo, un vino joven o con pocos meses de barrica, que tengamos a mano, siempre será mejor que uno de tetrabrick.
Y seguramente, el vino que tendremos a mano, ya descorchado, será un tempranillo o una garnacha. Sin embargo, España que es el país del mundo con mayor superficie de viña, produce muchos vinos de gran calidad de variedades muy diferentes, aunque mucha gente piense que sólo hay Rioja y Ribera del Duero. De hecho, cuando se pide un Ribera o un Rioja en un bar, nos servirán un vino elaborado con la misma uva: la tempranillo. Es la uva española por antonomasia y, con diversos nombres, es la base de los vinos de Rioja, Ribera de Duero, Toro, La Mancha (allí se llama Cencibel), Navarra, Cataluña, Extremadura… Y si no tenemos a mano un tempranillo, lo más seguro es que sea una Garnacha, una uva hasta hace poco tiempo denostada y que, desde hace unos años, vuelve a ser valorada como merece. Es la uva de la Corona de Aragón, o mejor dicho, del Imperio aragonés del Mediterráneo, ya que, con distintos nombres, se cultiva en Francia, Italia (Sicilia), Grecia… Aquí en España, se da en Aragón, La Rioja, Cataluña y en la Sierra de Gredos, a caballo entre Ávila, Toledo y Madrid. Tanto una como otra, tempranillo y garnacha, dan excelentes vinos que, seguramente, todos hemos disfrutado en algún momento.
En nuestro menú elaborado con vinos tintos, hemos elegido también la Bobal, una uva casi desconocida para el gran público, aunque sea la segunda más plantada en España. En Valencia, más concretamente. Pero podríamos haber optado por la Monastrell, que da unos vinos de carácter en Levante y Murcia, o la extraordinaria Mencía del Bierzo y sureste de Galicia.
En este menú, sólo hemos utilizado tintas, pero pocos vinos hay tan maravillosas para la cocina como los vinos generosos del marco de Jerez, (manzanillas, finos, amontillados, olorosos o el Pedro Ximénez, un vino que es un postre en sí mismo), un tesoro que los españoles no terminamos de apreciar y que, quizá por eso, podemos comprar a precios irrisorios.
Como digo, lo ideal sería cocinar con el vino que se va a utilizar en la mesa. Como los vinos españoles además de buenos son baratos, podemos permitirnos el lujo de maridar con un Borsao selección (se distingue muy bien por su etiqueta naranja) el Paté de champiñón a la garnacha. Sale por unos 5 euros y no sería un dispendio utilizarlo para elaborar este plato. En torno a ese precio vale un crianza de Hacienda López de Haro, un clásico de Rioja que nunca defrauda y que maridaría muy bien con el Carpaccio de ternera al tempranillo. Para encontrar un vino de calidad con uva Bobal, hay que gastarse al menos los 10 euros que cuesta el Mestizaje 2017 de Bodegas Mustiguillo, una ocasión para descubrir y saborear un excelente vino.

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13 de abril de 2020

Ensalada de vieiras con tomates confitados

ingredientes 
4 vieiras, 150 g de judías verdes, hojas verdes, 50 g de bacon, 1 ajo, 250 ml de aceite de oliva 0,4º, 100 ml de AOVE, 1 c.s. de vinagre de Jerez, 2 pimientos de piquillo, albahaca, sal y azúcar.
preparación
  1. Pelamos los tomates, los partimos por la mitad y les quitamos las pepitas. 
  2. Los colocamos en un cazo con un buen ramo de albahaca, una pizca de azúcar y otra de sal, los cubrimos con el aceite de 0,4º y calentamos de forma que no llegue a hervir. Los tendremos así durante una hora. También se podrían hacer al horno a unan temperatura de 100º. 
  3. Picamos las judías verdes en tiras finas, las cocemos durante 7 minutos y las salteamos, junto con el bacon también picado en tiras, en aceite y ajo. 
  4. Templamos los pimientos de piquillo en AOVE, los trituramos y, finalmente, los pasamos por un colador. Se formará una especie de aceite rojo. 
  5. En una sartén engrasada, salteamos las vieiras. 
  6. Aliñamos la ensalada verde con el aceite de piquillo, vinagre y sal y ya tenemos todas las preparaciones listas para montar el plato. 
  7. De abajo a arriba vamos colocando: ½ tomate confitado, ensalada verde y judías verdes. Coronándolo todo, una vieira. Alrededor pondremos un cordón de aceite de piquillo.
Se pueden sustituir las vieiras por el pescado que se quiera.

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Alitas de pollo teriyaki

ingredientes 
16 alitas 

Salsa teriyaki 
75 ml de salsa de soja, 30 ml de vinagre de arroz, 20 g de azúcar moreno, 2 c.c. de maicena, 30 ml de agua, 5 ml de aceite de sésamo 
Marinada 
60 ml de salsa teriyaki, jengibre fresco rallado, 25 ml de miel, sal y pimienta

preparación 
  1. Mezclamos los ingredientes de la marinada. Podemos optar por utilizar 60 ml de la salsa que hemos elaborado o comprarla directamente en el súper. 
  2. Limpiamos las alas, las partimos por la mitad y las dejamos reposar en la marinada al menos durante una hora (máximo 3 horas) 
  3. Ensartamos (opcional) las alitas en palos de bambú para brocheta, que previamente habremos mojado en agua, y las colocamos sobre papel de horno. 
  4. Horneamos a 200º durante unos 30 minutos. A mitad del horneado damos la vuelta a las brochetas para que se doren bien por todos los lados.


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Yogur de limón y nata

ingredientes 
300 ml de leche entera, 300 ml de nata, 1 c.s. de leche en polvo (unos 25 g), 1 yogur natural, 2 c.s. de azúcar, 1 limón. preparación 
  1. Sacamos la cáscara del limón sin el albedo (la parte blanca) y, en la batidora, trituramos la parte amarilla con el azúcar. ¡Ojo! Si no se quita el albedo, amargará. 
  2. Mezclamos este triturado con la leche, la nata, el yogur y la leche en polvo. Templamos en un cazo.
  3. Repartimos el preparado en vasitos que tapamos con papel film y los ponemos en el centro de una manta, doblando los bordes sobre ellos de forma que queden bien tapados y abrigados.
  4. Dejamos que reposen toda la noche en un sitio cálido. 
Si se dispone de envases de yogur con tapa o de frascos de mermelada de un tamaño parecido a los de yogur, se hace todo con mayor comodidad y se evitan posibles vertidos indeseados.
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12 de abril de 2020

Croquetas de bacalao y patata

ingredientes 
500 g de patatas, 250 g de bacalao desalado, 1 cebolla mediana, 100 g de harina, 1 huevo, pan rallado, aceite y perejil

preparación
  1. Hacemos un sofrito con la cebolla hasta que compote, pero sin que tome color. 
  2. Pelamos las patatas, las troceamos y las ponemos a cocer. Cuando estén tiernas, apagamos el fuego, añadimos el bacalao y tapamos el recipiente. Dejamos que repose 10 minutos.
  3. Escurrimos y pasamos tanto las patatas como el bacalao por un pasapuré, o bien las aplastamos a conciencia con un tenedor. Ponemos el puré en un cazo con perejil picado y cocinamos a fuego medio, moviendo con una lengua o una cuchara de palo hasta que se separe bien de las paredes. ¡Es el punto! 
  4. Dejamos enfriar la masa en un plato o fuente. Cortamos porciones, las pasamos por harina, huevo batido y pan rallado, dándole forma de croquetas, y freímos.


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Calamares rellenos de chorizo, jamón y salchichas

ingredientes 
1 kg de calamares pequeños, 1 cebolla grande, 6 tomates maduros, perejil, aceite de oliva, 100 ml de vino blanco, 50 ml de coñac 
Relleno: 150 g de chorizo, 150 g de jamón, 1 salchicha fresca, 
1 cebolla, ajo, perejil, 1 c.c. de margarina o mantequilla.
preparación
  1. Limpiamos bien los calamares quitándoles las patas, las alas y dándoles la vuelta. 
  2. Picamos muy menudo todos los ingredientes del relleno incluidas las patas y las alas de los calamares. Debe dar la sensación de que es carne picada. 
  3. Añadimos la mantequilla, que amalgamará el picadillo. Enfriamos. 
  4. Rellenamos los calamares en su justa medida. No es bueno pasarse ni quedarse corto. 
  5. En una sartén con un poco de aceite, salteamos los calamares por todos los lados. Reservamos. 
  6. En la misma sartén, salteamos la cebolla primero y luego los tomates muy picaditos y dejamos que se frían. 
  7. Incorporamos el vino y el coñac y dejamos que reduzcan. 
  8. Ponemos los calamares sobre el sofrito anterior, cubrimos ligeramente con agua y dejamos que cueza diez minutos. 
  9. Espolvoreamos con perejil picado y servimos.

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Crujiente de yema y almendra

ingredientes 
4 yemas, 125 g de azúcar, 75 ml de agua, zumo de ½ limón, 75 g de almendras molidas, 100 de mantequilla derretida, 6 láminas de pasta Philo, azúcar glas
preparación 
  1. En un cazo, ponemos el azúcar, el agua y el zumo y calentamos hasta que empiece a hervir. Retiramos del fuego y dejamos que entibie. 
  2. Batimos bien las yemas hasta que blanqueen y vamos añadiendo y mezclando a hilo el almíbar del punto anterior. Si usamos una batidora de varillas, es más fácil hacerlo, aunque también se puede hacer sin ella. Todo este proceso se hace en un cazo, a fuego bajo, cociendo hasta que empiece a espesar y tome el aspecto de unas natillas. 
  3. Retiramos del fuego y añadimos la almendra molida. Dejamos enfriar. 
  4. Pintamos una hoja de pasta Philo con mantequilla derretida, ponemos una segunda hoya encima y volvemos a pintar y repetimos la operación con una tercera. 
  5. Cortamos la hoja en cuatro seis cuadrados, dependiendo del tamaño que pensemos para el dulce. 
  6. En el centro de cada cuadrado de philo ponemos una porción de crema de almendras y cerramos, formando un paquetito. 
  7. Repetimos la operación con toda la pasta Philo. Saldrán 8 o 12 paquetitos. 
  8. Los colocamos en una bandeja de horno, los pintamos de nuevo con mantequilla y horneamos a 200º unos 12 minutos. Tienen que quedar dorados y crujientes. 
  9. Espolvoreamos con azúcar glas.
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11 de abril de 2020

Quiche de espinacas, cebolleta, pasas y queso de cabra

ingredientes 
Hojaldre 
Relleno  
25 g de mantequilla, 1 manojo de cebolletas, 250 g de espinacas congeladas (o frescas), 50 g de pasas, 1 huevo, 200 g de nata, 300 g de queso de cabra fresco, sal y pimienta

preparación
  1. Forramos un molde (como de tarta de manzana) con el hojaldre y lo metemos en el congelador.
  2. Troceamos las cebolletas y las rehogamos en mantequilla junto con las espinacas. Añadimos las pasas. 
  3. Batimos el huevo con la nata, sal y pimienta. 
  4. Encima del hojaldre que hemos puesto en el molde, extendemos el sofrito de cebolletas y espinacas y vertemos encima el huevo batido con la nata. 
  5. Horneamos a 180º durante 30 minutos. Antes de sacar del horno, debemos comprobar que la base está hecha. Si no es así, mantendremos la quiche en el horno unos minutos más con calor por abajo.
  6. Sacamos la quiche del horno y la cubrimos con el queso desmenuzado. 
  7. Gratinamos unos minutos.
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Albóndigas de bacalao con patatas

ingredientes 
½ kg de bacalao, 2 rebanadas de pan de molde, 4 patatas gordas, 2 huevos, 1 cebolla, 1 zanahoria, 200 ml de vino blanco, 1 diente de ajo, un poco de leche, perejil, aceite, azafrán, ajo, más perejil y harina

preparación
  1. Hacemos la masa de las albóndigas. Para ello, picamos a cuchillo la carne del bacalao. Guardamos la piel y tiramos las espinas. 
  2. Remojamos el pan de molde en un poco de leche. 
  3. Batimos los huevos con ajo y perejil picados. 
  4. En un bol amplio, juntamos y amasamos todas preparaciones que tenemos hechas hasta ahora. Ajustamos de sal y formamos las albóndigas, que enharinamos y freímos. Reservamos. 
  5. Picamos la cebolla y la zanahoria y las salteamos en una cazuela con un poco de aceite. Cuando la cebolla esté transparente, incorporamos las patatas peladas y cascadas a trozos. Salteamos. 
  6. Añadimos el vino blanco y dejamos que reduzca. 
  7. Cubrimos de agua (o de caldo de pescado, si tuviéramos) y añadimos las pieles de bacalao (que al final retiraremos). 
  8. Cuando vuelve el hervor, añadimos las albóndigas. Dejamos que el guiso cueza hasta que las patatas estén tiernas. 
  9. A mitad de la cocción, añadimos un majado de ajo, perejil y azafrán en rama. 
  10. El guiso debe de reposar 20 minutos. Si quedara poco trabado se puede añadir alguna patata más.

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Rolls de manzana

ingredientes 
Pan de molde sin corteza, mantequilla, azúcar y canela 
Compota de manzana 2 c.s. de azúcar, 4 manzanas, 1 c.c. de mantequilla, 4 c.s. de agua

preparación
  1. Hacemos la compota: pelamos y picamos las manzanas y las ponemos en un cazo con azúcar, mantequilla (opcional) y agua. Cocemos lentamente hasta que la manzana esté deshecha y enfriamos. La cantidad de agua es orientativa: cuanto menos mejor. Por tanto, sería mejor poner muy poca y añadir si se necesita. 
  2. Estiramos tantas rebanadas de molde como rolls queramos hacer. 
  3. En el centro de cada rebanada colocamos la compota de manzana y enrollamos formando un canelón.
  4. Ponemos mantequilla derretirá en un plato y, en otro, azúcar con canela. 
  5. Pasamos los rollos por la mantequilla derretida y, a continuación, por el azúcar con canela, y los vamos depositando en una bandeja forrada con papel de horno. 
  6. Horneamos a 180º durante 15 minutos.

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