18 de diciembre de 2019

Roscón de reyes

ingredientes 
500 g de harina de fuerza, 125 g de mantequilla, 25 g de levadura de panadería, 3 huevos, 125 ml de leche, 100 g de azúcar, ralladura de limón y de naranja, 1 copita de agua de azahar, 1 copita de ron blanco Decoración  
1 huevo para pintar, cerezas confitadas, frutas escarchadas, almendras fileteadas y azúcar.
1 sorpresa

preparación
  1. Templamos la leche y, en un poco de ella disolvemos la levadura. Añadimos harina y mezclamos hasta formar una bola. La sumergimos en agua templada y esperamos a que flote, para sacarla y escurrirla. 
  2. En un bol grande, ponemos el resto de la harina, la bola anterior, la leche restante, los huevos, el azúcar, las ralladuras de limón y de naranja, el agua de azahar y el ron. Amasamos. Añadimos la mantequilla y seguimos amasando. Se trata de una masa muy pegajosa por lo que será utilísima la ayuda de una amasadora. No se debe caer en la tentación de añadir más harina. 
  3. Ponemos la masa en un bol, la tapamos con un paño y dejamos que repose en un sitio cálido hasta que dobla su tamaño: veremos que crece mucho. 
  4. Cuando haya crecido, volvemos a amasar un poco y formamos el roscón que ponemos sobre un papel de horno en una bandeja de horno. Por la parte de abajo introducimos la sorpresa. Volvemos a tapar con un paño y dejamos de nuevo en un lugar cálido para que, otra vez, crezca hasta doblar su tamaño (en esta ocasión tardará menos tiempo en hacerlo). 
  5. Pintamos con huevo batido y ponemos la decoración, repartiendo homogéneamente por la superficie del roscón las cerezas confitadas, las frutas escarchadas las almendras fileteadas y el azúcar húmedo.
  6. Horneamos a 190º unos 15 minutos (si vemos que se dora muy rápidamente, bajamos la temperatura a 180º).
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Roscón de reyes con tang zhon

ingredientes 
500 g de harina de fuerza, 25 g de levadura de panadero, 3 huevos, 125 g de azúcar, piel de limón y de naranja, 125 g de agua, 25 g de leche, 40 ml de agua de azahar, 40 ml de ron blanco, 125 g de mantequilla

preparación 
  1. El día anterior, preparamos el tang zhong: en un cazo, ponemos 25 g de harina con los 125 g de agua (1 parte de harina por 5 de agua). Ponemos a fuego suave de forma que no llegue a hervir (máx. 65º) y, sin parar de remover, hacemos que espese como si se tratara de una bechamel. Guardamos bien tapado en la nevera. ¡Ojo! No aguanta más de tres días. 
  2. En una batidora, batimos el azúcar con las pieles de limón y naranja de forma que quede todo bien triturado. 
  3. En un poquito de leche, disolvemos la levadura y le añadimos harina hasta formar una pelota (aproximadamente, del tamaño de una de tenis). 
  4. La sumergimos en agua templada. Inicialmente se irá al fondo, pero, pasado un momento, flotará. Sólo cuando esto ocurra, la sacamos y la escurrimos. 
  5. En un bol, ponemos la harina restante, los huevos, el agua de azahar, el ron, el tang zhong, el azúcar aromatizado de limón y naranja y la bola de levadura. Amasamos todo junto durante 10 minutos.
  6. Dejamos que repose otros 10 minutos. 
  7. Incorporamos la mantequilla y amasamos otros 10 minutos. 
  8. A partir de aquí, seguimos los pasos 3, 4, 5 y 6 de la anterior receta.
 
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Naranjas confitadas

ingredientes 
2 naranjas, 400 g de azúcar, más azúcar para rebozar

preparación
  1. Con un palillo o una aguja un poco gruesa, pinchamos las naranjas por todos los lados (20 o 25 pinchazos). 
  2. Las ponemos en el microondas a toda potencia durante 4 minutos. 
  3. Las damos la vuelta y repetimos la operación (4 minutos a toda potencia) y dejamos enfriar. 
  4. Partimos las naranjas por la mitad y las exprimimos un poco, pero cuidando de que queden filamentos de la pulpa adheridos a la piel. 
  5. Cortamos cada mitad en cuatro gajos. 
  6. En el microondas, ponemos 250 ml de zumo de naranja, añadimos el azúcar y calentamos hasta que se disuelva bien. 
  7. Metemos dentro los cascos de naranja con la piel hacia abajo y volvemos a calentar otros cinco minutos. 
  8. Repetiremos esta operación (calentar los cascos en el microondas 5 minutos) otras tres veces, cuidando de que, en todo momento, tengan líquido. 
  9. Enfriamos en su almíbar. 
  10. Ponemos los gajos a secar en una rejilla (tardará, al menos 3 días) 
  11. Pasamos los trozos de naranja por un plato con azúcar blanquilla y los guardamos en la nevera.
 
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17 de diciembre de 2019

FELICES FIESTAS

 

Todos los años, cuando se acerca la Navidad, mi amiga Anniken revive aún más su espíritu escandinavo y redecora la casa hasta convertirla en una especie de santuario navideño. Viejecitos de barba blanca y gorro rojo, renos, estrellas, campanitas, velas, acebo, flores de pascua... salen de las cajas en las que han pasado el resto del año en hibernación y se constituyen en alegre paisaje doméstico que pone fondo a estas fiestas. Si quedan huecos, Santiago, su marido, los rellena con plantas del increíble jardín botánico que cultiva en su terraza.
Hoy me han enviado un collage con fotos de pequeños rincones de la casa y quiero que sirva para desearles a ellos y a todos vosotros unas felices y alegres fiestas y lo mejor para este 2020, bisiesto, que enseguida nos llega.

(Si haces clic sobre la foto, se agrandará y podrás verla con más detalle)


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11 de diciembre de 2019

Salmón al gin tonic con aroma de cítricos

ingredientes 
400 g de salmón con piel y sin espinas, sal, pimienta, aceite de oliva y mayonesa de yuzu*
gin tonic 
 1 parte de ginebra, 1 parte de tónica, lima o limón a trozos, bayas de enebro, cardamomo

preparación
  1. Hacemos el gin tonic con la misma cantidad de ginebra que de tónica y con los cítricos y especias a nuestro gusto. 
  2. Lo ponemos con el salmón en una bolsa con cierre de zip y dejamos que repose un día. 
  3. Hacemos una mayonesa con zumo y ralladura de yuzu ( o de los cítricos que queramos). 
  4. Cortamos el salmón en pequeños filetitos, salpimentamos (ojo al marinarlo no le hemos puesto sal) y acompañamos con una mayonesa de yuzu.

Mayonesa de yuzu*
ingredientes 
250 ml de aceite de girasol, 1 huevo, zumo y ralladura de yuzu, sal.
preparación 
Batimos todo junto hasta obtener una mayonesa muy sazonada.


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Solomillo escondido con rizo de cebollino

ingredientes 
1 trozo de solomillo de ternera, pasta Philo (10 hojas), mantequilla, 50 g de piñones, 50 g de tomates secos, aceite, cebollino

preparación
  1. Cortamos trozos de cebollino de unos 8 cm de largo y, con una puntilla muy fina, les hacemos cortes en los extremos.
  2. Los sumergimos en agua con hielo y, pasadas 2 o 3 horas, los extremos se rizarán y abrirán como si fueran escobas.
  3. Trituramos el tomate seco con los piñones, le añadimos un poco de aceite y formamos una pasta.
  4. En una sartén con un poco de aceite, marcamos el solomillo por todos los lados y, a continuación, lo salpimentamos.
  5. Envolvemos el solomillo en la pasta de tomate.
  6. Pintamos las hojas de Philo con mantequilla y las ponemos una encima de otra hasta un mínimo de seis hojas.
  7. Ponemos la carne encima de las hojas de Philo y la envolvemos con ellas. Volvemos a pintar con mantequilla.
  8. Horneamos durante 20 minutos a 180º o 190º.
  9. Sacamos del horno y dejamos que repose 20 minutos antes de servirlo. 
  10. Decoramos con el cebollino rizado.
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Estrellas de Navidad al Baileys

ingredientes 
Hojaldre, 250 g de crema pastelera*,
Baileys (para 50 ml) 
25 g de leche condensada, 25 g de whisky, 1 c.c. de cacao, unas gotas de vainilla 
Azúcar glas,
   
preparación 
  1. Hacemos la crema pastelera y enfriamos. 
  2. Mezclamos el whisky con la leche condensada, el cacao y la vainilla, lo añadimos a la crema pastelera y removemos hasta que ligue bien. 
  3. Extendemos la plancha de hojaldre bien fría y, con un cortapastas, recortamos estrellas.
     
  4. Horneamos las estrellas a 200º entre 8 y 10minutos. 
  5. Las abrimos, las rellenamos con la crema y espolvoreamos con azúcar glas. 
  6. Las estrellas pueden servirse solas o ponerse en la bandeja de los dulces navideños.

Crema pastelera*
ingredientes
½ litro de leche (entera), 150 g de azúcar, 45 g de maicena, 1 huevo, piel de limón y naranja
preparación
  1. En un cazo se ponen 400 ml de leche con el azúcar y la esencia que hayamos elegido (naranja, limón, vainilla). Se deja que hierva despacito.
  2. En un bol batimos el resto de la leche con la maicena y el huevo, y lo echamos a un cazo que tendremos al fuego. Removemos lentamente y lo apartamos cuando espese. 
  3. Se deja enfriar batiendo de vez en cuando para que no forme nata.

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10 de diciembre de 2019

Se nos viene encima la Navidad


Ya están aquí las Navidades, esa maratón de compras compulsivas, comidas pantagruélicas y multitudinarias (y, a veces, tumultuarias) fiestas familiares en la que nos entretenemos mientras acaba un año y empieza el siguiente. Aunque muchos renieguen de ella, nadie se sabe resistir a la Navidad. Y la Navidad, como toda fiesta importante que se precie, tiene su especialidad gastronómica. En este caso especialidades, que, como es habitual, rebosan calorías por todas partes.
Esto de comer con tanta abundancia en estas fechas es relativamente reciente. Históricamente, España ha sido siempre muy austera en esto de la comida. Para decirlo sin eufemismos, aquí se ha pasado más hambre que otra cosa. Quizá por eso el villancico popular decía: ”Ya bajan rodando, por las escaleras, higos y manzanas, castañas y peras”, es decir, alimentos básicos y baratos, muy alejados del lujo y la exuberancia de las mesas navideñas actuales. De hecho, la Wikipedia, en la entrada referida a las tradiciones gastronómicas, señala que cosas como el marisco, sólo han aparecido en las comidas navideñas españolas a partir de la segunda mitad del siglo XX. Ahora el villancico debería hablar de mariscos, ostras, foies, pavos y otras exquisiteces que tienen dos cosas en común: lo caras que son y el aporte excesivo de calorías que nos meten para el cuerpo. Porque el menú de las cenas y comidas de Navidad parece diseñado por un nutricionista loco. O por los dueños de los gimnasios, que esperarían hacer el agosto a partir del día de Reyes, cuando pongamos el pie en la báscula. Grasas, azúcares, sal, alcohol… todo lo que los nutricionistas nos prohíben el resto del año, se consume sin tino en estas fiestas. Los turrones, esa exquisitez que nos dejaron los árabes, son quizá uno de los alimentos más calóricos que existen. De Alicante o de Jijona, los más clásicos, se componen básicamente de almendras y miel (azúcar). Son como barritas energéticas Otro tanto ocurre con los mazapanes, mientras que los polvorones y mantecados añaden la manteca: ¿alguien da más? Se calcula que cien gramos de cualquiera de estos dulces aportan al cuerpo más de 500 kilocalorías, y que, para desgastarlas, habría que andar a paso ligero, más de tres horas. Pero los dulces, que, como canta el anuncio de la tele, vuelven a casa por Navidad, son sólo el colofón de menús excesivos regados con los mejores vinos, sidras y cavas. Lo dicho, un maratón de comidas que, en España, es más largo que en otros países, porque dura hasta el día de Reyes. Pero ¿quién se resiste? Además, “cuñados” aparte, suelen ser reuniones muy agradables en las que las familias, cada vez más dispersas, tienen ocasión de juntarse y echar unas risas.
Aunque luego refunfuñemos, porque no está bien visto que te guste la Navidad.

Y a propósito de comidas navideñas, aquí puedes ver una bonita infografía sobre las tradiciones culinarias de esta fecha en Españay otros paises.

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