Se calcula que el 1 por ciento de las búsquedas en Google son de recetas de cocina. Dicho así, parece poca cosa. Pero si tenemos en cuenta que cada día se realizan 24.000 millones de consultas en el popular buscador de internet, resulta que cada jornada acabaría con 240 millones de consultas sobre temas culinarios.
No sé si el número es muy exacto, pero sí deja claro que en la red hay muchísimos y muchísimas cocinillas que buscan información a diario. Luego no estamos solos.
Quizá por ello, Google, que está a la que salta, ha lanzado un buscador de recetas de cocina. Se llama “récipe view” y, de momento, sólo se ofrece en inglés y en japonés. Se supone que, poco a poco, se irá extendiendo a otras lenguas, entre ellas el español. Pero, por ahora, sólo será útil para quienes dominen esos idiomas y, además, los resultados de la búsqueda se limitarán a recetas publicadas en inglés y japonés.
El sistema de búsqueda en “récipe view”, según he podido entender, es más o menos como sigue: se escribe el nombre de uno o varios ingredientes en el cajetín de búsqueda. Se hace clic, y el buscador ofrece una lista de recetas con ese o esos ingredientes. Se supone que ha buscado las mejores, porque, junto a la receta, aparece una calificación con estrellas que va de una a cinco. Ignoro los criterios que se utilizan para esa clasificación.
Seguramente la lista será bastante larga, con lo que Google nos ofrece la posibilidad de aquilatar más. Por ejemplo, si hemos escrito “tomate”, aparecerá una columna que nos permitirá elegir “lechuga” o “aceite”, entre varios ingredientes que combinan habitualmente con el tomate, con lo que es posible que los resultados nos den una relación, ya más concreta, de apetecibles ensaladas.
Aún podemos pedir al buscador que, entre las recetas que ya ha seleccionado, elija sólo las que requieren un tiempo determinado de elaboración: menos de quince, treinta o sesenta minutos. Y finalmente, mirando a la báscula, podemos afinar y poner un tope de calorías al plato que queremos elaborar.
Quizá con este vídeo podáis entenderlo mejor
Pero no os desaniméis. Podemos configurar Google en inglés. Es muy fácil. Junto al cajetín en el que habitualmente escribimos la palabra para una búsqueda, vemos que, en letras azules, pone: “herramientas del idioma”. Hacemos clic ahí, y seleccionamos “inglés” de una larga lista de lenguas que se nos ofrece. Ya está configurado en inglés nuestro Google. Ahora, en el cajetín de búsquedas, escribimos el nombre del ingrediente o los ingredientes, en inglés. El resultado será una larguísima serie de paginas en las que figuran las palabras que hayamos introducido, pero en la columna de la izquierda, veremos que aparece la palabra “récipes” (recetas) junto a un símbolo de un tenedor y una cuchara. Hacemos clic y, ¡oh maravilla!, tenemos ya una lista de recetas, que podemos ir afinando con algún otro ingrediente o especia, un tiempo máximo de elaboración y hasta el número de calorías.
Eso sí, todo estará en inglés. ¿Que no sabemos inglés? Pues también hay un truco: se busca a un familiar o amigo que lo sepa y, con la promesa de que le invitaremos a probar lo que cocinemos, le pedimos que traduzca.
Los mismos trucos se pueden hacer con el japonés, pero esa es otra historia.
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1 comentario:
Muchas gracias al blog por ayudarme a reconocer las papas noisette, me fue bastante útil el artículo pasado y así deberían ser con las demás papas.
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