Pocas cosas hay tan españolas como la tapa. Es algo que identifica nuestra gastronomía “low cost”, como la pizza a la italiana, los “fish and chips” a la británica o los "hot dog" a la de Estados Unidos. Cada vez se ven más por las ciudades del mundo bares que anuncian “spanish tapas” o “tapas”, a secas, como reclamo. A los ojos de los extranjeros, las tapas son ya tan populares como la paella, pero con el añadido de que, además de sus valores gastronómicos o, incluso, gourmet, se asocian con una manera de vivir y relacionarse muy española. Debe ser algo que llevamos muy dentro. Si os fijáis, cuando a los protagonistas de “Españoles (o madrileños o andaluces) por el mundo” les preguntan qué es lo que echan de menos de España, siempre incluyen la cerveza y las tapitas del domingo a mediodía. Creo que no exagero si digo que el sitio por excelencia donde los españoles nos relacionamos es un bar. Allí, acodados en la barra o sentados en una mesa, nos contamos nuestras cosas, arreglamos el país o discutimos de fútbol, mientras tomamos unas cañitas, que no se conciben sin su tapa, por humilde o historiada que sea. Pueden ser unas simples aceitunas o una composición tan estudiada como la que se ve en la foto, que viene a ser un menú del día de dos euros, con bebida incluida: de primero un ajoblanco, como se ve en el vasito; de segundo un huevo de codorniz con cebolla confitada, micuit y polvo de aceituna sobre cesta de patata frita; para postre, una nube de algodón de azúcar. El bar La Villa, de Chinchón, famoso por sus gambas a la gabardina, participó con esta original y sofisticada tapa en el concurso organizado en ese bello pueblo con el patrocinio de una conocida marca de cerveza. No sé si ganó, porque la competencia era dura, con tapas realmente originales y sabrosas.
Originales y sabrosas como las que se podrán degustar este próximo fin de semana en la Galería Acristalada del Palacio de Cibeles. Allí, del 23 al 26 de octubre, se celebra el Mercado de la tapa, en el que se podrán probar tapas de afamados cocineros, como el “Rabo de toro con huevo poché” de Mario Sandoval, el “Filipino de chocolate blanco y foie” de Paco Roncero o la “Latita de ternera de la Sierra de Guadarrama” de Juan Pozuelo.
Además de otros importantes chefs, como Joaquín Felipe, Sergio Fernández o María Marte, estarán allí los ocho ganadores de las rutas de la tapa promovidas por las marcas de cerveza que patrocinan el evento y otros seis locales emblemáticos, en representación de la nueva gastronomía madrileña. Las tapas tendrán un precio único de 3 euros (4 con botellín de cerveza).
Precios y tapas más populares se pueden saborear desde el pasado fin de semana y hasta el domingo próximo en Tapapiés, la feria de tapas que se organiza por cuarto año consecutivo en el castizo y multicultural barrio de Lavapiés. Participan casi un centenar de bares y tiene el incentivo de que, a las tapas castizas de siempre, se pueden añadir sabores exóticos de medio mundo. En el mapa interactivo de la web de Tapapiés, se pueden consultar los bares participantes y su tapa estrella que se ofrece al precio de 2 euros, cerveza incluida. Yo, haciendo un recorrido no exhaustivo, he visto delicias tan apetecibles como el Thiebou deline, una tapa senegalesa que ofrece el bar Africa Fusión de la calle Argumosa, el Humus a la naranja del Bar Automático, el Pollo thay con salsa de cacahuete de Achuri Restaurante, o la Txalupa, una típica tapa vasca que ofrecen en La Fundamental. La lista, con sabores de Italia, Argentina, Japón, Tailandia, China, Argelia, Pakistán, Senegal, Bangladesh, Chile o Brasil, sería interminable. Mejor ir a probarlas in situ, aunque resignados a no poder catarlas todas, so pena de reventar. Imprimir
2 comentarios:
Imposible adelgazar, yo esperaba ponerme a regimen de cara a las navidades... tendrá que esperar otra semana
Imposible, estoy de acuerdo
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