29 de enero de 2014

Alcachofas a la romana
















ingredientes
alcachofas
ajo
menta
perejil
aceite y sal.
Vino blanco

preparación
Pelamos las alcachofas, dejándoles el rabo y quitando la pelusilla central. Picamos abundante ajo, perejil y menta, y añadimos un chorrito de aceite. Con esta mezcla rellenamos las alcachofas.
En una cacerola con tapa, ponemos un poco de aceite, las alcachofas boca abajo, un vaso de vino blanco (para seis alcachofas) y dos vasos de agua. El líquido no debe cubrir las alcachofas. Ponemos un papel o un trapo encima de la cacerola y tapamos. Cocemos a fuego fuerte durante cinco minutos, y después bajamos la fuerza y dejamos otros 25 minutos a fuego más suave.
A la hora de servir, ponemos las alcachofas de pie sobre el plato, de forma que el rabo quede para arriba.
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Saltimboca

















ingredientes
filetitos de ternera
salvia fresca 
jamón serrano (suficiente para cubrir nuestros filetes) 
aceite
harina y mantequilla.

preparación
Colocamos una loncha de jamón y una hoja de salvia encima de cada filete y sujetamos con un palillo.
Enharinamos y freímos en una sartén con aceite.
Una vez fritos vamos colocando los filetes en una fuente y en la sartén en la que los hemos frito, añadimos un poco de mantequilla y agua y hacemos con ello una salsa, con la que salseamos los filetes.
Los acompañamos con patatas al romero, que haremos de la siguiente forma:
Cocemos patatas enteras, sin quitarles la piel, en agua y sal. Las cortamos a trozos más bien grandes y las colocamos en una fuente de horno con un poco de aceite y romero.
Horneamos a 210º hasta que tomen color.
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Tiramisú

ingredientes
250 g de azúcar
200 g de bizcochos de soletilla (savoiardi)
6 yemas, 
500 g de mascarpone
cacao en polvo

½ litro de café

preparación
Batimos mucho las yemas con el azúcar, con unas varillas eléctricas. Incorporamos a esta crema el mascarpone con una lengua. Si queremos aligerar las mezcla, podemos añadirle alguna clara a punto de nieve.




Hacemos café (al que se le puede añadir un poco de amaretto) y vamos mojando en él los bizcochos de soletilla. En una fuente un poco profunda, vamos poniendo capas de bizcochos y crema. La de abajo será de bizcochos. Lo normal es poner dos capas de bizcocho y otras dos de crema.
Espolvoreamos con cacao y dejamos en la nevera al menos 3 horas.
Se pueden hacer en un molde grande rectangular o en vasitos.
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28 de enero de 2014

El renovado Gastrofestival de Madrid

Bodegón, Van der Hamer-Museo del Prado













Madrid rebosa gastronomías esta semana. Se celebra Madrid Fusion, el mediático y elitista evento que suele reunir a la flor y nata de la cocina mundial y como semejante cónclave no está autorizado para todos los públicos ni para todos los bolsillos, en paralelo se monta de nuevo el GastroFestival.
En los últimos años, este GastroFestival, continuador de Madrid Reataurant Week, había ido languideciendo y perdiendo interés con formatos rutinarios que, al final, se convertían en una especie de talonario de vales descuento para locales que muchas veces no merecían la pena. Por eso, cuando recibí la primera convocatoria no le hice mucho caso: ni pensaba comentarlo en el Blog. Sin embargo, cuando he entrado en la web del festival para curiosear un poco, me he quedado gratamente sorprendida, porque, al menos esta vez, le han echado imaginación y además se lo han “currao”.
El GastroFestival se divide en seis apartados (Experiencias Sensoriales, Gastrocultura, Gastrofashion, Gastrosalud, Madrid Gastronómico y Diseño y Gastronomía) que abren un abanico muy amplio de posibilidades a los que creen que la cocina es algo más que alimentación.
En un vistazo al programa descubres que se puede cenar un menú que preparan Kamilla Seidler y Michelangelo Cestari, que han hecho de sus restaurante Gustu, de La Paz, Bolivia, una Meca Gourmet de los Andes. Si los sabores exóticos que te van son los del extremo oriente, quizá queden plazas para degustar las propuestas de Duangporn Songvisava, la que, dicen, es la mejor cocinera asiática. Méjico, Turquía y el Japón también han traído a alguno de sus grandes chefs para quienes quieran asistir con ellos a la cena con las estrellas.
En plan más tranquilo y doméstico el Gastro festival ofrece la posibilidad de asistir a una cata comentada de algunos de sus productos en ese templo del queso que es Poncelet; maridar vino con queso en Lavinia, una de las grandes tiendas de vinos de Madrid; catar pan de masa madre en la panadería Harina o meterse en una degustación de flores comestibles en la floristería Fransen El Lafite.
Si lo que te gusta es el arte, el Museo de Prado ha preparado el itinerario ”Dulces y vino”, y en el Museo Cerralbo el cocinero Íñigo Carretero va a preparar algunos de los platos decimonónicos que figuran en los menú de las fiestas que daba el marqués. Para no ser menos, la castiza Chocolatería de San Ginés va a montar un par de “Meriendas Literarias”, con algunos escritores amantes de la buena mesa.

El traje de etiqueta en el Museo del Traje, películas con la gastronomía como protagonista en la Filmoteca o un interesante intercambio de libros gastronómicos (Gastrobook Crossing) en el Círculo de Bellas Artes son otras actividades en un evento al que, por supuesto, se han sumado las tiendas gourmet, de menaje o las escuelas de cocina, que organizan actos y ofrecen descuentos especiales para la ocasión.
Por supuesto, también hay restaurantes con menú a precio reducido durante el festival. Clásicos como Viavélez o La Penela (la mejor tortilla de Betanzos); de moda como Luis García de la Navarra; el superfashion Ramses de la Puerta de Alcalá o el estiloso Pan de Lujo: o Entre bocado y bocado, quizá el mejor mejicano de Madrid, son algunos de los que me han llamado la atención en un vistazo superficial sobre la interminable lista de locales que se han sumado al evento. Y para el picoteo, rutas de la tapa y el botellín, rutas golosas e incluso de café.
En total son más de 400 empresas e instituciones las que tienen algo que ofrecer en el Gastro Festival de este año. Con una oferta tan formidable, difícil será no encontrar algo a la medida de tus gustos y tu bolsillo. Lo mejor es meterse en la web y navegar por ese mundo que promete sabores y sensaciones capaces de llevarte al cielo desde Madrid.
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22 de enero de 2014

Menestra con langostinos

















ingredientes
8 espárragos blancos de lata
8 alcachofas
¼ kg de judías verdes
½ kg de habas
½ de guisantes
1 cebolla 
2 zanahorias
8 langostinos crudos
8 huevos de codorniz cocidos
aceite
1 c.c. de harina

Masa Orly
4 c.s. de harina
1 c.s. de levadura en polvo
1 huevo
1 c.s. de aceite de oliva
agua y sal

preparación
Cocemos las verduras por separado. Deben quedar “al dente”, que no quiere decir duras. Guardamos un poco de agua de la cocción de alguna de las verduras. 
Siempre que podamos debemos usar verduras frescas. Cuando no sea posible podremos recurrir a las congeladas o en conserva.
En un poco de aceite salteamos la cebolla picada, añadimos un poquito de harina (esto si se quiere se puede suprimir), las verduras y un poco de caldo.
Hacemos la masa Orly, mezclando todos los ingredientes. La masa debe reposar ½ hora antes de utilizarla.
Pasamos los langostinos por la Masa Orly y los freímos. Podemos pasar también cuartos de alcachofa y, si se quiere, trocitos de merluza.
Ponemos la menestra en el plato, colocando encima los langostinos fritos, el huevo duro y el espárrago blanco.

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Rocambole

















ingredientes
1 kg de carne picada
125 g de mozzarella
125 g de bacon
125 g de jamón de York
1 huevo
1 cebolla rallada,
1 c.s. de harina
1 sobre de sopa de cebolla

preparación
Rallamos la cebolla, la exprimimos un poco para sacarla el líquido y hacemos una bola con ella. Esta bola la mezclamos con el sobre de sopa, la carne, un poco de harina y el huevo.
Ponemos sobre la superficie de trabajo un papel de aluminio y extendemos sobre él la masa de carne formando un rectángulo grande.

Cortamos el queso, el bacon y el jamón en daditos pequeños y los mezclamos. Ponemos la mezcla en el centro de la carne y, ayudándonos con el papel de aluminio, vamos formando un rollo en el que quedará la carne por fuera y la mezcla por dentro.
Envolvemos el rollo en el papel de aluminio y horneamos a 210º durante 20 minutos. Pasado este tiempo, abrimos el papel de aluminio y dejamos la carne otros 20 minutos para que dore.
Lo servimos en el plato, cortado en rodajas gruesas y acompañado de arroz blanco y salsa de tomate.Imprimir

Strudel de piña con salsa de vainilla

















ingredientes
Para el strudel
4 hojas de pasta philo
mantequilla
1 plátano
2 rodajas de piña natural
1 manzana reineta
100 g de azúcar
50 g de pasas
25 g de almendras
25 g de piñones
1 c.s. de mantequilla
2 c.s. de pan rallado
canela, vainilla y nuez moscada

Para la salsa de vainilla
2 yemas
300 g de leche
1 c.s. de maicena
50 g de azúcar
1 c.s. de vainilla líquida

preparación
Cortamos la fruta a cuadraditos. Tostamos las almendras y los piñones. Doramos el pan rallado en un poco de mantequilla. Mezclamos todo y añadimos canela, vainilla y nuez moscada.
Pintamos una hoja de pasta philo con mantequilla. Ponemos tra hoja sobre ella y volvemos a pintar y así hasta formar una hoja de cuatro capas. No pintar en exceso, porque luego, en el horno, rebosa. Ponemos el relleno de frutas y cerramos el brazo enrollándolo. Pintamos de nuevo con mantequilla y horneamos durante media hora a 180º. Acompañamos con la salsa de vainilla, que haremos mezclando todos los ingredientes y calentando al baño María hasta que espese. Si queremos una salsa más ligera, podemos añadir más leche.
Esta salsa se suele tomar fría.Imprimir

21 de enero de 2014

Makro, también para quien no hace la compra con furgoneta

















La imagen que la gente tiene de Makro es la de un almacén donde se aprovisionan los grandes consumidores: bares, restaurantes, comedores de colegios, etc. que se benefician de mejores precios por comprar en grandes cantidades. En Makro no se compra un kilo de azúcar, sino un paquete de 10 kilos. Las latas de tomate en conserva pueden ser de 5 kilos y el envase normal de aceite contiene otros tantos litros. Tamaño industrial, podemos decir, como industrial parece el diseño de estos almacenes, donde es habitual ver por los pasillos las carretillas elevadoras llevando grandes palets de un sitio a otro. En el aparcamiento abundan las furgonetas. El otro día una del ejército estaba aparcada junto a la del Colegio Seminario de Las Rozas de Puerto Real: comedores colectivos. Los mismos carros no están preparados para la compra al menudeo, sino para que, sobre ellos, se puedan apilar cajas de vino junto a sacos de harina o pescados en sus grandes embalajes de poliuretano. Todo eso es verdad y, sin embargo, Makro es uno de mis sitios de compra favoritos, concretamente el cercano a Tres Aguas, más pequeño que los gigantes de Leganés o San Sebastián de los Reyes pero más manejable.
Casi cada semana hago allí la compra de los ingredientes que utilizamos en los cursos de cocina y de muchos otros productos para mi casa.
Frutas y verduras: lo que no encuentras en otros sitios
En la frutería hay que comprar las naranjas en cajas de 10 kilos, pero en mi casa comemos muchas y estas suelen ser de las mejores, porque está enfocada a los restaurantes que no pueden fallar en la calidad de los productos que sirven en sus mesas.
Con todo, la calidad no es lo más interesante de la frutería: atrae todavía más la variedad, la increíble diversidad de verduras, hortalizas, tubérculos, hierbas o setas que allí encuentras. Desde esas zanahorias o puerros mini, que pueden medir cinco dedos, hasta los brotes de ajo, alfalfa, cebolla o col que rematan tan vistosamente algunos platos. Desde las delicadas acelgas rojas, a los mil aromas de la hierbabuena, la albahaca el tomillo o las más raras como la salvia o la hierba limón. Pimientos verdes, rojos, amarillos, naranja, lechugas de todos los tipos o frutas exóticas que requieren un tratado de botánica para reconocerlas: casi todo lo que pueda exigir el capricho de un cocinero lo encuentras allí y, aunque te tengas que llevar un buen paquete de cebollino, el precio es poco mayor que esas raquíticas raciones de otros hiper. Eso sí, algunos caprichos se pagan y una bandejita de fresas silvestres de apenas doscientos gramos puede salir por 8 euros más IVA.
Pescadería: casi un puerto de mar
La pescadería es aún más deslumbrante. Tienes que comprar las piezas enteras y no te las filetean, pero pasarás dificultades para elegir entre tanta variedad, sobre todo a primera hora de la mañana, antes de que los restaurantes hagan la comanda. Rodaballo, lubina salvaje, mero, dorada, rape, atún, urta se exhiben exuberantes al lado de gambas, cigalas, langostinos, bueyes de mar, camarones, nécoras o centollos. Y almejas, vieiras, berberechos, mejillones y navajas junto a pulpos, chipirones o calamares: lo que pidas. Los precios son razonables, aunque al final, como te llevas cantidades que necesariamente tendrás que congelar en parte, la cuenta sube.
Me interesa menos el departamento de quesos y lácteos. Tiene una variedad razonable, pero sin exquisiteces, como ocurre con el de embutidos. No está mal el enorme departamento de congelados, tanto de pescado como de carnes, sobre todo por la increíble oferta que se puede ver en sus interminables lineales de arcones frigoríficos. Yo suelo llevarme de allí las pastas (kataifi, philo, etc. ) que no encuentro en otras partes y, cuando hay ofertas, suculentos foies y micuits.
Pecados de la carne
La carnicería es también estupenda, con sus formidables piezas con todo tipo de cortes y preparados de vacuno, cerdo, cordero o pollos y pavos que no encuentras en otros sitios.
 Casi siempre hay ofertas a precios muy convenientes y además, de vez en cuando, sacan la plancha y organizan catas de sus productos. Es una tentación, porque terminas llevándote cosas que no estaban en tu lista. No quiero olvidarme de la morcilla de Burgos: es de las mejores.
Y un buen vino
Y la bodega. Sin duda la mejor de la zona. Por supuesto están todas las marcas más conocidas, sobre todo de Rioja, Ribera de Duero o Rueda, y tienen una amplísima oferta  de cavas, champagnes y finos y olorosos, algo que no es habitual en otras grandes superficies. Pero, además, se puede encontrar una enorme variedad de propuestas alternativas, con vinos de cualquier denominación de origen, seleccionados con muy buen criterio y excelente relación calidad precio. Si te dejas aconsejar por Rubén, el encargado, todo un finalista del premio nariz de oro, puedes llevarte sorpresas muy agradables.
Curiosamente, lo más interesante de Makro son los productos frescos, aunque haya que comprarlos en cantidades bastante grandes. El resto, lo que antes se llamaba ultramarinos, es una oferta muy parecida a la de otras grandes superficies, con el inconveniente de que si quieres una latita de guisantes, te tienes que llevar un pack de doce. Ahora, si compras para una familia numerosa como las de antes o a medias con la vecina,, la propuesta de grandes formatos de Makro cobra mucho interés. En ese caso conviene tener un buen congelador.
Para comprar se exige un carnet que se puede conseguir fácilmente si tienes una empresa o eres autónomo. Y si no, todos conocemos a alguien que nos puede dejar un carnet y ellos no ponen ninguna pega cuando se lo enseñas.
Atención, que los precios están sin IVA. Al menos la cifra que más llama la atención, aunque al lado te ponen el precio definitivo y el coste por kilos o litros. Conviene tenerlo en cuenta para no llevarse una sorpresa cuando la cajera te dé el tiket de compra. 
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15 de enero de 2014

Sopa de tomate con sus albóndigas

















ingredientes
Para la sopa
1 kg de tomates muy maduros
1 cebolla
2 zanahorias
1 puerro
1 diente de ajo
una rama de apio
1 litro de agua o caldo vegetal
1 c.s. de azúcar
sal, tomillo, pimienta y aceite

Para las albóndigas
200 g de carne de pollo picada (puede ser de ternera)
1 huevo batido
100 de copos de avena
1 c.s. de salsa worcestershire
harina, ajo y perejil

preparación
Hacemos la sopa rehogando en un poco de aceite la cebolla, la zanahoria, el puerro, el ajo y el apio, todo muy troceado. Añadimos los tomates, también troceados, sin pelar ni despepitar, y el azúcar y la sal. Dejamos a fuego bajo hasta que adquiere una textura como de salsa de tomate. Incorporamos el tomillo y el caldo o el agua. Ajustamos con sal y pimienta y dejamos cocer unos 15 minutos a fuego bajo.
Pasamos por el chino.

Albóndigas
Mezclamos los ingredientes de las albóndigas y las formamos. Las pasamos por harina y o bien las freímos en aceite o las horneamos. Como son la guarnición de nuestra sopa tienen que ser pequeñas, es decir, “de bocado”. Una vez hechas, las incorporamos a la sopa.

Esta sopa la podríamos acompañar también de pan frito y añadir en el plato un poco de nata líquida y cebollino picado.Imprimir

Pez espada en escabeche

















ingredientes
1 filete de pez espada (unos 800 g)
½ cebolla
una zanahoria
½ cabeza de ajos
laurel
pimienta en grano
pimentón
sal
un vaso de vinagre de sidra
un vaso de aceite
un vaso de vino blanco
1 copa de buen vinagre de Jerez
aceite y harina para marcar el pescado.

preparación
Pasamos el filete por harina, lo sacudimos para quitar el exceso y lo freímos muy poco por los dos lados. Lo retiramos a una sartén limpia.
En un poco de aceite nuevo rehogamos la cebolla y la zanahoria, cortadas en juliana. Añadimos el pimentón, la pimienta, el aceite, el vino y el vinagre, vertemos sobre el pescado y dejamos que se cocine a fuego bajo unos 10 minutos.
Retiramos del fuego y le incorporamos la copita de buen vinagre.
Los usos de este escabeche serían los mismos que los del bonito en escabeche que estamos tan acostumbrados a usar.Imprimir

Galletas nuts

















ingredientes
Para la galleta
125 g de mantequilla
1 yema
100 ml de nata
100 g de azúcar moreno
250 g de harina
½ sobre de levadura

Para la crema de nueces
¼ de litro de leche
2 yemas
25 g de maicena
75 g de azúcar
65 g de nueces trituradas

preparación
Integramos todos los ingredientes de la masa de la galleta haciendo una bola que dejamos reposar en la nevera al menos durante 30 minutos.
Estiramos entre dos papeles de horno y cortamos en círculos, que horneamos a 190º hasta que vemos que toman un poco de color. Presentamos las galletas de dos en dos, rellenas de la crema de nueces.
Existen unos moldes, que tienen forma de media nuez, que al rellenar nos hace el efecto de que son nueces. En España se venden unos moldes de silicona para tal efecto.

Crema de nueces
Mezclamos el azúcar con la maicena y lo disolvemos en un poco de leche fría. Batimos las yemas con otro poco de leche fría. Unimos las dos preparaciones anteriores con el resto de la leche y las nueces trituradas. Espesamos al baño María y enfriamos.Imprimir

14 de enero de 2014

Campo de' Fiori

















Todos los días, antes de que salga el sol, el Campo de’ Fiori, una hermosa plaza romana a un paso de bella Piazza Navonna, se convierte en un mercado de frutas y hortalizas al aire libre. Por la noche es el centro de la movida romana. No está mal la convivencia de esos dos mundos tan diferentes que acoplan sus horarios de madrugón y trasnoche. 
Yo elegí la mañana, cuando la plaza se llena de color con los puestos de fruteros, hortelanos, especieros y, por supuesto, de pasta que desde hace casi 150 años surten al barrio, en pleno centro de Roma.
La plaza, un amplio rectángulo limitado por hermosas y desconchadas mansiones, tiene un pasado tenebroso: en tiempo fue el lugar de las ejecuciones y allí fue quemado en la hoguera, Giordano Bruno, aquel dominico napolitano hereje para católicos y calvinistas. Su estatua preside ahora a la plaza y en torno a ella se organizan los puestos entoldados que componen un abigarrado conjunto de mil colores al que ponen banda sonora los gritos de los vendedores para llamar la atención de las clientas.
En el Campo de’ Fiori hay sobre todo frutas y hortalizas, pero en una variedad increíble, para quienes estamos acostumbrados al monopolio de la lechuga y la escarola de las ensaladas españolas. Se puede comprar cualquiera de las verduras que encontramos aquí pero con muchas variedades. Habrá seis o siete clases de lechugas; nabos con multitud de formas y colores; tomates enormes, minúsculos y medianos, secos o de puro jugo, casi siempre de un rojo subido; calabazas de todas las formas y calibres, que parecen a punto de convertirse en carrozas… Pero aún me llamaron más la atención verduras y hortalizas que aquí no son habituales o que ni siquiera conocía. No sólo la rúcula, que ahora se pone tanto en las ensaladas finas, sino también el ruibarbo, la achicoria, el hinojo, la flor de calabacín o la extraordinaria variedad de patatas.
Quizá esa palabra, variedad, sea la que mejor defina este mercado. Lo mismo que de verduras, hay decenas de tipos de pastas, quesos, embutidos, cebollas, pimientos, hierbas, especias… La italiana, cuando hace la compra, no pide una lechuga, sino ese tipo especial de lechuga que va a aliñar con unas hierbas muy determinadas a las que añadirá aquel pecorino que tienen en la formaggeria de la esquina.
Me llamó la atención como las verduleras no venden por piezas enteras –una lechuga, una escarola- sino que las separan por hojas, como esos preparados para ensalada de los supermercados, y las cobran al peso.
Son incontables las combinaciones de colores y sabores que consiguen con las hierbas. Y la increible variedad de especias que utilizan para matizar sabores de sus pastas, ensaladas y guisos.
Me hubiera llevado de todo, aunque sólo fuera para probarlo, pero las aerolíneas low cost son muy estrictas en materia de equipaje y, bien a mi pesar, me tuve que conformar con una trufa blanca que, aunque grande en precio, ocupa un espacio mínimo.
Pero salí embriagada de colores, olores y sabores en este Campo de’ Fiori que, con razón, las guías presentan como una de las atracciones turísticas de Roma.
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8 de enero de 2014

Torta de Calabacín

















ingredientes
1 calabacín
masa brisa
½ litro de leche,
75 g de harina
75 g de aceite
parmesano
1 huevo
sal, pimienta y cúrcuma
preparación
Ponemos la masa sobre un molde bajo de tarta y la horneamos en blanco hasta que los bordes estén dorados: aproximadamente unos 10 minutos a 190º. Antes de meter al horno debemos poner unos garbanzos secos sobre la masa para evitar que suba.
Hacemos una bechamel con el aceite, la harina y la leche.
Sin quitarle la piel, cortamos el calabacín en rodajas finas y las hacemos a la plancha.
Sobre el cascarón (la masa horneada) ponemos la bechamel a la que habremos añadido el huevo y la cúrcuma.
Colocamos encima las rodajas de calabacín, disponiéndolas como si hiciéramos la típica tarta de manzana.
Horneamos a 200º de 15 a 20 minutos.
Al sacarla del horno podemos rallar encima un poco de parmesano y un echarla un chorrito de aceite.

Tiempo de elaboración: 45'
Dificultad: media

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Sandwich mixto de tortilla

















ingredientes
750 g de patatas
4 huevos
1 cebolla
aceite
6 lonchas de queso de sándwich
6 lonchas de jamón de York

preparación
En el aceite, freímos la patata con la cebolla y añadimos el huevo batido como para hacer una tortilla de patatas. Dividimos la mezcla de patatas en cuatro partes.
En una sartén pequeña con un poco de aceite ponemos uno de esos cuartos y, cuando cuaja un poco, colocamos encima la mitad del queso y el jamón.
Ponemos encima otro cuarto de patatas y cuajamos de la forma habitual en que haríamos una tortilla de patatas.
Con los otros dos cuartos de la patata y la otra mitad de jamón y el queso hacemos lo mismo de manera que consigamos dos “sanwiches de tortilla”.

Tiempo de elaboración: 50'
Dificultad: media

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Bizcocho de Fanta y Grand Marnier

















ingredientes
4 huevos
250 g de azúcar
250 g de harina,
1 cucharada de levadura Royal
1 lata de Fanta de naranja
1 copita de Grand Marnier

preparación
Batimos las claras a punto de nieve.
Montamos las yemas con el azúcar e incorporamos la Fanta, el licor y la harina con la levadura.
Por último incorporamos las claras con delicadeza, vertemos en un molde y horneamos.
El tiempo de horneado dependerá del tamaño y el tipo del molde. En un molde de cake hornearíamos durante media hora a 190º.

Tiempo de preparación: 50'
Dificultad: media

6 de enero de 2014

Programa para el trimestre

01
Torta de calabacín
Sandwich mixto de tortilla
Bizcocho de Fanta y Grand Marnier

02
Sopa de tomate con sus albóndigas
Pez espada en escabeche
Galletas nuts

03
Menestra con langostinos
Rocambole
Strudel de piña

04
Alcachofas a la romana
Saltimboca
Tiramisú

05
Corn Dogs
Pollo KFC
Bundt

06
Las sardinas de Rafa con escalibada
Rabo estofado
Saint Honoré de frutas

07
Agujas verdes
Alubias a la marinera
Carmelitas

08
Patatas emperatriz
Costillas adobadas
Mousse de chocolate y menta

09
Crema de guisantes
Fish and chips
Tejas rellenas

10
Marmita de congrio
Girasol
Pastas Linzer
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