18 de mayo de 2020

Flor de alcachofa

ingredientes
Alcachofas, aceite de oliva virgen extra, sal

preparación
  1. En un cazo ponemos a templar el aceite, poniendo especial cuidado en que no hierva en ningún momento del proceso. Si disponemos de un termómetro, la temperatura debería estar entre 65º y 90º. Limpiamos las alcachofas: les quitamos el rabo, las hojas exteriores y cortamos parte de la punta, dejando limpios los corazones. 
  2. Inmediatamente, las sumergimos en aceite para que no se oxiden. Deben de quedar sumergidas en el aceite, por lo que es conveniente disponer de un cazo en el que quepan más o menos justas. 
  3. El tiempo de que tardan puede variar mucho en función de la calidad de la alcachofa, la limpieza de las hojas exteriores y la temperatura del aceite. Un tiempo orientativo sería de 3 horas si la temperatura del aceite es de 65º. 
  4. Una vez que se han hecho las conservamos en la nevera cubiertas por el aceite. 
  5. Cuando las vayamos a consumir, escurrimos las que necesitemos en un colador y después las doramos, por arriba y por abajo, en una sartén muy caliente. 
  6. Las pasamos al plato y , presionando con una cuchara, las abrimos como una flor. 
  7. Antes de servir, les ponemos unos cristales de flor de sal.
La receta se puede hacer también con una buena conserva de corazones de alcachofa. En ese caso, las dejaríamos escurrir durante una hora en un colador y, a continuación, las secaríamos con papel absorbente. Después las pondríamos en un cazo, cubiertas de aceite, a fuego bajo, durante media hora. El resto se hace como con las alcachofas frescas.

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Flor de pavo tonnato

ingredientes 
1 Kg de pechuga de pavo, 1 taza de mayonesa, 1 c.c. de alcaparras, 1 latita de atún, 2 anchoas, aceite y sal

preparación
  1. En una sartén con un poco de aceite, doramos la pechuga por todos los lados. Sin sal, la llevamos al horno a 200º durante 20 minutos. 
  2. Pasado ese tiempo, la salamos, la envolvemos bien en papel de aluminio y la dejamos, de pie, en un bol hasta que pierda el calor. Soltará un jugo que tiramos. 
  3. Finalmente la guardamos en la nevera y dejamos que enfríe, para luego cortarla en finas lonchas. 
  4. Con la batidora trituramos las alcaparras, las anchoas, y el atún con la mayonesa. 
  5. Pasamos los filetes por esta salsa y los ponemos en el plato, dándoles, si se quiere, forma de flor.   
Podemos hacer el mismo plato cociendo el pavo, en cuyo caso, antes de pasarlo a la nevera, lo dejaríamos en el agua de la cocción hasta que pierda temperatura.

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Tarta flor

ingredientes 
Un paquete de pasta philo, mantequilla 
Mezcla flanera:  
200 ml de leche, 20 ml de nata, 3 huevos, 125 g de azúcar, 2 c.s. de maicena, limón y canela. 
Azúcar glas para decorar

preparación
 
Mezcla flanera
  1. Aromatizamos la leche con la piel de limón y la canela. 
  2. Mezclamos la maicena con el azúcar, para evitar grumos a la maicena y la desleímos con la nata.
  3. Batimos los huevos, mezclamos las tres preparaciones y las ponemos en un recipiente al baño María sin dejar de remover hasta que empiece a espesar y se forme una natilla.
Flor
Untamos de mantequilla
Plegamos la hoja sobre sí misma
Volvemos a plegar una de las dos mitades de la hoja sobre sí misma
Plagamos la otra mitad sobre sí misma
  1. Pintamos cada hoja de philo por los dos lados con mantequilla derretida y las plegamos con tres pliegues, como un acordeón, y las apilamos.

  2. En un molde, a ser posible alto, de poco diámetro y desmontable (valdría también un aro) colocamos las hojas plegadas, de pie y ciñéndolas a las paredes del molde, de manera que, al final, resulte una especie de espiral que se cierra en el centro. También se puede hacer la espiral, partiendo del centro.
  3. Pintamos con más mantequilla y horneamos a 175º hasta que dore. 
  4. Vertemos encima la natilla y,con calor debajo, horneamos a175º durante 20 minutos. 
  5. Pasado ese tiempo, sacamos la flor del horno, dejamos que temple y desmoldamos. 
  6. Volvemos a poner en el horno, esta vez a 190º, con calor arriba y abajo y ventilador, hasta que lo vemos muy dorado. (este último paso no es imprescindible) 
  7. Antes de servir, espolvoreamos con azúcar glas.
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Yo también me he puesto a hacer pan


Después de asaltar los supermercados para proveernos de ingentes cantidades de papel higiénico, los cocinillas han entrado en acción y, durante un tiempo, los anaqueles de harina han estado más vacíos que los bares. Se anunciaba que el confinamiento iba a provocar problemas psicológicos en algunas personas pero no creo que nadie pensara, ni por lo más remoto, que el acopio de harina iba a ser uno de los síntomas. De forma imprevisible, la ansiedad que denota el gesto casi medieval de almacenar harina para resistir un asedio ha sido la mejor medicina. Cuando se hace por afición, fuera de la obligación cotidiana de preparar la comida, la cocina es un estupendo relajante. Siempre se ha dicho que lo mejor es cocinar sin prisas y, en este largo confinamiento, parece haber tiempo para todo.

Y he aquí que un insospechado ejército de cocineras y cocineros ha decidido meterse en harina. De repente, las cocinas se han convertido en obradores de cuyos hornos no paraban de salir panes (con o sin masa madre), bizcochos, pasteles y otras exquisiteces. O bodrios incomibles e indigestos, porque ya se sabe que la cocina no es ciencia infusa y requiere de unas destrezas que no siempre pueden aportar los libros sobre la materia. Pero sea el resultado exquisitez o bodrio, da gusto ver como las cocinas se han vuelto a convertir en el centro de la casa que siempre fueron. Quién iba a imaginar que, en esas casas de cocina impoluta por falta de uso, fogones, hornos, batidoras y demás menaje iban a competir de tú a tú con Netflix. ¡Vivir para ver!

 Al principio del confinamiento, las redes sociales se llenaron de memes que hacían bromas con kilos y barrigas excesivos, como resultado de la falta de ejercicio. También en esto parece que han fallado los profetas porque todo el mundo se las ha ingeniado para hacer ejercicio y ha corrido, ida y vuelta, por pasillos que sólo en su imaginación eran pistas de entrenamiento, ha convertido briks de leche en pesas para musculación o ha desempolvado por fin la bici estática que le trajeron los reyes y dormía mustia en el trastero. La cuestión es si este inaudito arranque pastelero y, más aún, panadero no termina dando al traste con los beneficios de tanto ejercicio.

Pero sea cual sea el resultado en la báscula, lo realmente extraordinario es que muchos se han dado cuenta de que cocinar puede ser uno de los ejercicios más agradables y gratificantes que existen, por mucho que los niños huyan despavoridos cuando el papá sale de la cocina: “¡Prueba, prueba, verás que rico!”.
Que dure.


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11 de mayo de 2020

Tarta veraniega de panqueques

ingredientes 
Masa de panqueques 
2 huevos, 100 g de harina, 150 ml de leche, sal, mantequilla para engrasar 
Relleno 
Lechugas diversas, maíz, atún, tomate, zanahoria rallada, cebolleta y mayonesa (lógicamente, el relleno se puede variar a gusto de quien cocina o según los ingredientes que se tengan a mano)

preparación
  1. Batimos los huevos con harina y la leche (no pondremos levadura) y dejamos que la masa repose al menos durante media hora (es una masa líquida) 
  2. En una sartén de hierro o antiadherente, engrasada, ponemos un cazo de masa, repartiéndola bien por el fondo de la sartén de forma que quede muy fina. 
  3. Después de unos minutos, despegamos uno de los bordes del panqueque y, con los dedos, le damos la vuelta para que, durante unos minutos, se haga por el otro lado. 
  4. Sacamos el panqueque a un plato y seguimos haciendo más hasta que se termine la masa. Para que no ocupen todo el espacio, lo mejor es ponerlos apilados hasta el momento en que se vayan a utilizar o para guardarlos en la nevera. En este último caso debemos envolverlos en papel film. 
  5. Cortamos y preparamos los ingredientes que vamos a usar en las distintas capas de la tarta. 
  6. Hacemos una mayonesa, más bien espesa. 
  7. Montamos la tarta utilizando un molde o cazuela con una base del tamaño de nuestros panqueques y la tapizamos con papel film.
  8. Untamos los panqueques con mayonesa por una cara que es la que quedará hacia arriba cuando montemos la tarta. 
  9. Colocamos el primer panqueque en el fondo del recipiente que estamos utilizando y cuidando de que la mayonesa quede hacia arriba (sólo cuando coloquemos el último panqueque, la cara untada de mayonesa debe de mirar hacia abajo). 
  10. Sobre este panqueque colocamos el primero de los rellenos que hayamos elegido, por ejemplo, canónigos. 
  11. Tapamos con un panqueque (la mayonesa para arriba) y sobre este ponemos otro ingrediente distinto. Vamos repitiendo la operación hasta que se nos terminen los panqueques, siempre teniendo en cuenta que el último debe de actuar como tapa y que, por tanto, se colocará con la mantequilla hacia abajo y, sobre él no se pondrá ya ningún relleno.
    Con el film con el que hemos tapizado el recipiente, que debe rebosar bastante el tamaño de este, cerramos la tarta y la guardamos en la nevera hasta el momento en que vayamos a consumirla.
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Terrina fría de carne y huevo


ingredientes 
500 g de carne de cerdo picada, 250 g de panceta picada, 5 huevos cocidos, 4 c.s. de Oporto, 1 huevo, 1 rebanada de pan de molde, 2c.s.de leche, sal, pimienta y nuez moscada. 
250 g más de panceta, si se quiere forrar la terrina, pero no es imprescindible
 
preparación
  1. Remojamos el pan con la leche y lo mezclamos con la carne, la panceta, el Oporto, el huevo, la sal, la pimienta y la nuez moscada. 
  2. Cortamos lo extremos de los huevos duros. 

  3. Tapizamos una terrina con la panceta y sobre ella ponemos una capa de la farsa. Encima, colocamos los huevos duros en hilera, unidos por los polos, y sobre ellos, rellenando también los lados, el resto de la farsa 
  4. Tapamos la terrina y la ponemos en el horno a 170º, al baño maría, durante 70 minutos.

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Surtido de polos


De yogur griego
ingredientes 
170 g de azúcar, 300 g de agua, 150 g de nata, 250 g de yogur griego, 25 g de miel
preparación 
Mezclamos todos los ingredientes, rellenamos los moldes con la mezcla y al congelador.

De coco
ingredientes 
200 g de leche, 60 g de coco rallado, 400 ml de leche de coco
preparación 
Batimos todos los ingredientes en la batidora, rellenamos los moldes y congelamos.

De arroz con leche
ingredientes 
3 claras a punto de nieve con unas gotas de limón y 2 c.s. de azúcar. 
500g de arroz con leche. 
200 g de nata montada azucarada con 2 c.s. de azúcar. 
preparación 
Mezclamos todo, rellenamos con ello los moldes y congelamos.

De naranja 
ingredientes 
1 naranja pelada, el zumo de 1 limón, 1 vaso grande de cubitos de hielo, una pizca de colorante amarillo.  
preparación 
Trituramos todo junto, rellenamos los moldes y congelamos.

De lima y menta
ingredientes 
2 limas bien peladas, 100 g de azúcar, 1 vaso grande de cubitos de hielo,1 copita de licor de menta, 4 hojas de menta  
preparación 
Trituramos todos los ingredientes, rellenamos los moldes y congelamos.

De frambuesas
ingredientes 
Merengue  
200 g de azúcar, 50 ml de agua, 3 claras 
200 g de frambuesas congeladas, 250 de nata montada, unas gotas de limón  
preparación
  1. Hacemos un almíbar y lo vamos añadiendo, poco a poco, a las claras para hacer un merengue italiano.
  2. Trituramos las frambuesas congeladas a las que añadimos unas gotas de limón y mezclamos con la nata y el merengue. 
  3. Rellenamos los moldes y congelamos.
De ron con pasas
ingredientes 
60 g de pasas remojadas en ron, 2 c.s. de ron moreno, 750ml de nata montada, 250 ml de leche, 170 g de azúcar
preparación
  1. Mezclamos todos los ingredientes, menos las pasas, y llevamos a una heladora o al congelador, removiendo de vez en cuando.
  2. A la media hora, se añaden las pasas,
  3. Puede ponerse en moldes de polo o en terrinas.
De vainilla 
 ingredientes 
375ml de leche, 2 ramas de vainilla, 145 g de azúcar glas, 8 yemas  
 preparación
  1. Mezclamos todos los ingredientes y calentamos al baño maría para templar los huevos. Rellenamos los moldes y al congelador.
Sorbete de fresas 
 ingredientes 
345 g de azúcar glas, 750 g de fresas, 250 ml de agua  
 preparación 
Trituramos todos los ingredientes, rellenamos los moldes y congelamos.

De manzana y pera 
  ingredientes 
4 manzanas verdes peladas, 4 peras peladas, y trocito de cáscara de limón, 60 ml de zumo de limón, 80 g de azúcar  
 preparación 
Trituramos todos los ingredientes, rellenamos los moldes y congelamos.

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De como el bosque plantado más grande del mundo produce oro líquido


Seguro que nadie lo imagina: el segundo* mayor bosque plantado por el hombre está en España. Quizá no has oído hablar de él, pero no hay más que acercarse (cuando la desescalada lo permita) a la provincia de Jaén. Allí, en un trabajo de plantación que empezó cuando los fenicios, existe un bosque casi continuo de 64 millones de olivos, que ocupa una superficie mayor que muchas provincias españolas. Y, con el sudor de aquellos olivareros altivos del poema de Alberti, sigue creciendo. Vamos, que hay aceite para rato y eso es una gran noticia, porque nadie se imagina la cocina española sin aceite de oliva.
Desde la más humilde ensalada hasta el bacalao al pil pil, desde esos suculentos huevos fritos con puntilla hasta las paellas más extraordinarias, desde el gazpacho hasta los churros, todo se hace y se cocina en nuestro país con aceite de oliva. Tradicionalmente, la vida empezaba y terminaba con aceite de oliva: el de los óleos con los que el cura ungía a los niños en el bautismo y a los moribundos en la extremaunción. En Galicia, con un clima imposible para el olivar, suele haber olivos, a veces uno sólo, junto a las iglesias, para que el cura pudiera tener aceite para sus unciones rituales.
Un pilar de la dieta mediterránea
Junto con las frutas y verduras, las legumbres y, si me apuran, el ajo, el aceite de oliva es uno de los pilares de la dieta mediterránea. Hay quien dice que esta dieta, ejemplo para el mundo de alimentación equilibrada, se acaba donde tienen su límite los olivares, es decir, poco más allá de los países que rodean el “mare nostrum”, que son prácticamente los únicos que producen aceite de oliva. Al norte, manda la cocina de la mantequilla.
El aceite de oliva (en España basta con decir aceite) es, además, la grasa más saludable. Durante años, la fuerte presión de las multinacionales de la alimentación con sus formidables aparatos propagandísticos, trató de imponer los aceites de semillas, mucho más baratos y rentables para ellas. Incluso llegó a decir que el aceite de oliva era malo para la salud. Todo lo contrario. Al final se ha demostrado que es una de las grasas más saludables con un alto contenido de colesterol bueno.
En España, durante mucho tiempo, no hemos apreciado como se debía esta maravilla gastronómica. Se elaboraba un aceite de baja calidad que, en la sartén, producía un olor desagradable que a veces era para los extranjeros la imagen denigrante de nuestra cocina. Al final los aceiteros se pusieron las pilas y producen unos excelentes aceites, mimados en todo el proceso de elaboración y presentados en bellos envases que realzan su calidad. Las ventas por todo el mundo han aumentado vertiginosamente, pero todavía estamos por detrás de Italia que con menos exportación gana más. Es lo bueno de tener una imagen consolidada. En los países ricos, el aceite de oliva virgen casi es considerado un producto de lujo y se paga por él en consonancia. Aquí todavía es asequible y popular, todo un privilegio que esperemos que dure muchos años.

*El bosque más grande plantado por el hombre es el de Uverito y está en Venezuela: son 600.000 hectáreas de pino caribe, plantadas en los años sesenta, que han logrado evitar que esa zona se convirtiera en un desierto.

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4 de mayo de 2020

Surtido de ensaladas en zuritos


RAE
Ensalada: Conjunto de hortalizas, cortadas, mezcladas y aderezadas con sal, aceite, vinagre y otros ingredientes. Larousse Gastronomique 
Ensalada: plato de verduras crudas o alimentos fríos, aliñadas con una salsa fría.

Zurito: vaso pequeño de cerveza, txiquito.

La ensalada es algo tan simple como la definción de la RAE: verduras (crudas) aliñadas. La cosa se puede complicar todo lo que se quiera añadiendo carnes, pescados, quesos… pero al final se trata de un totum revolutum al que el aliño da unidad. Por eso, esta semana nos limitaremos a enumerar los ingredientes y cada uno puede hacer su ensalada y darle el punto (más fuerte, menos fuerte, con más de esto o menos de aquello…) a su gusto. 

Eso si, es obligatorio servitlo en zurito.

Ensalada de atún con cerezas
Ensalada 
Atún fresco (macerado durante media hora con zumo de lima, salsa de soja y aceite), cerezas deshuesadas y cebollino.
Aliño 
Aceite de oliva, zumo de lima, salsa de soja, ralladura de lima y de jengibre, miel y vinagre.


Ensalada de calabacín
Ensalada
Calabacín crudo en juliana, albahaca fresca, parmesano en lascas.  
Aliño
Zumo de limón, aceite de oliva, vinagre de manzana, sal y pimienta.





Ensalada de salmón y mango
Ensalada
Salmón a cubitos (marinado durante media hora con zumo de limón y sal), mango a cubitos, brotes verdes y huevas de salmón para poner por encima a la hora de servir.  
Aliño
Aceite de oliva, salsa de soja, limón, 1 yema, mostaza, vinagre, vainilla, cebollino picado, chalota picada, sal y pimienta.

Ensalada de pechuga de pollo escabechada
Ensalada 
Pechuga de pollo escabechada, zanahoria y cebolla del escabeche, rúcula, tomatitos cherry y manzana verde en pequeños cubitos.
Aliño 
Miel, vinagre, nuez moscada, romero, aceite de oliva, sal y pimienta.





Ensalada de langostinos con frutas tropicales
Ensalada 
Langostinos cocidos, hojas verdes, mango, papaya, aguacate, tomatitos cherry, cebolla roja y cebollino.
Aliño 
Aceite de oliva, vinagre, mostaza de Dijon, salsa Perrins, albahaca picada, chile picado y orégano.



Ensalada con helado de roquefort   
Helado 
5 hojas de gelatina, 250 ml de leche, 400 g de Roquefort, 1 clara, gotas de limón, sal y pimienta.
(Se elabora mezclando bien los ingredientes y guardándolo en el congelador hasta que tome consistencia de helado)

Ensalada 
Lechugas diferentes, tomates cherry y pasas
Vinagreta 
Nueces, aceite, vinagre, sal y pimienta.
Al servir, se pone una bola de helado de Roquefort por encima de la ensalada.

Ensalada de pera 
Ensalada 
Hojas de espinaca, pera, nueces, queso de cabra y arándanos deshidratados.
Aliño 
Aceite de oliva, miel, vinagre, mostaza y sal.





Ensalada de sandía 
Ensalada 
Sandía, queso fresco, rúcula, albahaca y aceitunas negras.
Aliño 
Aceite, vinagreta y sal.






Ensalada de patatas y queso 
Ensalada 
Patata cocida, queso (puede ser Roquefort), cebolla roja, pimiento verde, huevos duros, aceitunas deshuesadas.
Aliño 
Aceite, vinagre, sal, perejil picado y pimentón.




Ensalada de alubias con salpicón 
Ensalada 
Hojas verdes para el fondo del vaso, sobre ellas, alubias cocidas y, encima, salpicón de marisco. Aliño 
El propio del salpicón, aceite, vinagre y sal.





Ensalada de garbanzos y pepino  
Ensalada
Garbanzos cocidos, pepino a cuadraditos (la misma cantidad de ambos) y cebolleta picada.  
Aliño
Aceite, vinagre, sal y abundante cilantro picado.




Ceviche de mango  
Ensalada
Mango picado, maíz y cebolla roja.  
Aliño
Aceite, zumo y ralladura de lima, cilantro picado, sal y unas gotas de tabasco.






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Para el calor, ensaladas



Hay pocas palabras cuya definición se le haya quedado más desfasada a la Real Academia Española que la de ensalada. Tan lacónica como de costumbre, la define como “conjunto de hortalizas, cortadas, mezcladas y aderezadas con sal, aceite, vinagre y otros ingredientes”. Parece que los doctos y sesudos académicos que elaboraron la entradan estuviera pensando en la ensalada clásica: lechuga, tomate y cebolla, que algunos llaman la tricolor. Como si no hubiera otras.
La académica definición está muy lejos de abarcar la inmensa variedad de ensaladas que se ha adueñado de nuestras mesas. Ni siquiera alcanza a delimitar las llamadas “ensaladas de la casa”, que sobre el lecho de la clásica suelen incluir una montaña de pimientos, espárragos, huevo duro, anchoas, escabeches, quesos, ahumados, jamón y todo lo que se le ocurre o tiene a mano a quien está a cargo de la cocina.
Sin llegar a tan barrocas mezclas, en las ensaladas puede caber casi todo si se tiene el arte de saberlo conjugar con el aliño o vinagreta, que es en realidad lo que hace que un conjunto de alimentos más o menos troceados pueda llevar el nombre de ensalada. Por cierto, la palabra, que tiene la misma raíz en muchos idiomas, se deriva de la expresión, “herba salata”, las verduras con agua (ese era todo el aliño) a las que tan aficionados eran los romanos.

Aquí cabe todo, si se le sabe aliñar 
Al pensar en ensaladas, lo primero que se no viene a la cabeza son hojas verdes, Pero, si recapacitamos un poco, aparece una cantidad casi interminable de posibles ingredientes. Más allá de lechugas, escarolas, canónigos, espinacas, tomates, pimientos, zanahorias y demás productos de la huerta, una ensalada puede llevar huevo duro, le va estupendamente el atún en escabeche y el queso puede ser protagonista en algunas de algunas de las más exquisitas. Por no hablar de las patatas, las pechugas de pollo picadas o los frutos secos. También cabe que sean protagonistas las legumbres (judías, garbanzos, lentejas) o la pasta cocida que, por el hecho de ser aliñada, pasa a la categoría de ensalada. Y, por supuesto, las frutas: naranja, melón, pera, piña y lo que la imaginación alcance. Todo cabe en la ensalada, si se sabe acomodar con un aliño como Dios Manda.
El aliño ha evolucionado mucho desde esos escuetos aceite, vinagre y sal de la definición académica. Ahora es fácil que incluya zumo de limón o lima, vinagre de sidra, vinagre de Módena (casi siempre un horrible sucedáneo), miel o soja. ¡Qué lejos de aquel dicho de nuestros abuelos! “Para hacer una buena ensalada -decían- hacen falta cuatro personas: un justo para la sal, un avaro para el vinagre, un generoso para el aceite y un loco que la agite”. Eso si el aliño, o como se llame en este caso, no es la mayonesa: entonces hace falta un mago para conseguir que ligue y no se corte.
Y si una va a un bufet, ya cabe hablar de ensalada a la carta. A mi me gustan sin embargo, esas ensaladas tradicionales: la campera, la ensaladilla rusa, la pipirrana, la de escarola con granada o con gajos de naranja y por supuesto la de lechuga, tomate y cebolla. Para las ocasiones, la César, la Waldorf o la Caprese, a la que dio nombre la isla de Capri y no un supuesto queso de cabra que algunos creen ver en la mozarela.
Antes del desarrollo de los invernaderos, la llegada de mayo era el anuncio de aparición de las ensaladas, tan ligadas a las hortalizas de verano. Ahora las podemos disfrutar todo el año y son una buena alternativa para los vegetarianos o gente que quiere mantener el tipo hasta el punto de que hay quien las ha convertido en plato único. Sería inimaginable hace años, cuando el genial Julio Camba, al pasar junto a dos personas que tomaban ensalada, sentenció. "¿Qué hay, señores? Poco apetito, ¿eh?".







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27 de abril de 2020

Molletes de Antequera

ingredientes
Esponja 
10 g de levadura fresca, 50 g de leche templada, 85 g de harina 
Masa 
500 g de harina de fuerza, 350 ml de agua, 10 g de sal, 1 c.s. de azúcar

preparación
  1. Disolvemos la levadura en la leche templada, le añadimos la harina y amasamos hasta formar una bola. 
  2. Sumergimos la bola en agua templada y, cuando flote, la retiramos. 
  3. Mezclamos los ingredientes de la masa con la esponja (bola) y amasamos hasta conseguir una masa lisa y muy blandita. La ponemos en un bol tapado con un paño, en sitio cálido, y esperamos a que suba hasta doblar su volumen. 
  4. Dividimos la masa en porciones de uno 100 g, que colocamos en una bandeja de horno. Podemos hacer las porciones redondas o alargadas. En esta ocasión las haremos alargadas para utilizarlas en la siguiente receta. 
  5. Las espolvoreamos con harina y las cubrimos con un paño hasta que vuelvan a crecer. En este caso, el tiempo mucho menor que en la primera ocasión. 
  6. Horneamos durante unos minutos a 200º y, cuando los molletes estén altos, bajamos la temperatura a 180º (no deben coger color). En total, el tiempo de horneado será de 12 a 15 minutos.
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Perrito de gambas

ingredientes
6 panes para perritos (Molletes de Antequera, en nuestro caso), ½ kg de gambas cocidas y picadas gruesas, mantequilla, apio, lechuga y cebolleta
Salsa
200 ml de mayonesa, 1 c.s. de mostaza, 1 c.s. de kétchup, ½ c.c. de tabasco, 1 c.s de salsa Perrins

preparación
  1. Mezclamos todos los ingredientes de la salsa y ajustamos el punto de picante a nuestro gusto.
  2. Picamos las gambas (o los langostinos) en 3 trozos cada uno, los mezclamos con el apio y la cebolleta, también picados, y con la salsa.
  3. Partimos por la mitad los panecillos, untamos ambas partes con mantequilla y las tostamos.
  4. Hacemos un bocadillo con la mezcla de salsa y gambas, sobre la que ponemos una lechuga en juliana.
  5. Se debe de comer inmediatamente para que el pan esté aún caliente, contrastando con lo fresco del relleno.

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