29 de octubre de 2012

24 de octubre de 2012

Pencas de acelga en salsa de nueces
















ingredientes
acelgas
1 dl de aceite
2 c.s. de cebolla picada,
24 nueces
1 c.s.de harina
½ limón
ajo, azafrán y perejil

elaboración
Ponemos a hervir agua con sal y la pulpa de medio limón y cocemos en ella las acelgas, cortadas en trozos de unos 5 cm.
Escurrimos las pencas y reservamos medio litro del agua.




En el aceite, rehogamos la cebolla, las nueces y la harina y añadimos el caldo. Majamos ajo, azafrán y perejil que también añadimos al caldo.






Finalmente lo vertemos sobre las pencas de acelga que habremos puesto en una fuente de horno y horneamos a 200º durante unos 10 minutos.
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Tian de conejo
















ingredientes
1 conejo
aceite
cebolla
patatas
tomate
aceitunas
ajo romero y albahaca

elaboración
Deshuesamos el conejo (lo mejor es que pidáis a vuestro pollero que os lo deshuese) lo salpimentamos y lo aceitamos. Ponemos encima hojas de albahaca y enrollamos el conejo formando un rulo largo, que dividiremos en dos partes iguales que envolveremos bien en papel de aluminio, como si fueran dos chorizos. Sin quitarles el papel de aluminio, cocinamos los dos “chorizos” en una sartén grande que utilizaremos como una plancha. Haremos girar el chorizo para que se haga por todas partes. Las dejamos reposar, mientras, en una cazuela que se pueda meter al horno, salteamos cebolla, ajo, romero y aceitunas. Cortamos patatas en lonchas gruesas, las añadimos a la cazuela y cubrimos de agua (o caldo, si tenemos). Dejamos que la patata cueza y que quede casi tierna.
Cortamos el conejo a trozos y el tomate en lonchas gruesas. En la cazuela, formamos una corona alternando trozos de conejo y tomate.
Si se quiere se puede espolvorear todo con un poco de parmesano.
Horneamos a 200º durante 10 minutos. Se lleva a la mesa en la misma cazuela en que se ha horneado
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Cheescake de coco y crema de limón
















ingredientes
Base
180 g de galletas María
125 g de mantequilla
Relleno
370 g de leche condensada
200 g de queso Philadelphia
200 g de nata montada
125 ml de leche,
6 hojas de gelatina
80 g de coco rallado
Crema
ralladura y zumo de 3 limones
1 c.s. de maicena
230 g de azúcar
3 huevos

elaboración
Preparar un molde desmontable de 25 cm de diámetro.
Desmenuzamos las galletas con mantequilla y las colocamos en el molde formando con ellas la base. Para el relleno hidratamos la gelatina y la disolvemos en leche caliente. Batimos todos los ingredientes, incorporando suavemente la nata montada en último lugar. Lo ponemos todo, formando una segunda capa sobre la base de galleta y dejamos que cuaje.
Para la crema de limón, mezclamos el azúcar con la maicena, añadimos los huevos de uno en uno y vamos batiendo. A continuación Incorporamos el zumo y la ralladura de los limones y espesamos al baño María, sin dejar de batir.
Ponemos la crema encima del relleno. Si este no hubiera cuajado, la crema se irá para adentro, pero el cheeskake quedará también muy rico..
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22 de octubre de 2012

Gordo & Flaco

















Este sábado salí a cenar. Así, como suena: a pesar de la crisis y de la silla de ruedas. El restaurante elegido se llama Gordo & Flaco, nombre que no tiene nada que ver con los míticos Oliver y Hardy. Posiblemente, sus jóvenes y simpáticos dueños no sepan quienes eran “el gordo y el flaco” de aquella televisión en blanco y negro. Estos debieron ver Barrio Sésamo.
Lo de Gordo & Flaco tiene que ver con el perímetro abdominal de sus cocineros-propietarios, dos treintañeros que se bregaron en cocinas ilustres y llevan dos años luchando para sacar adelante el local. Marco, no hay más que verle, es el flaco e Ignacio es, o mejor dicho era, el gordo. Al parecer, parte de la cintura se le ha ido en la brega diaria por sacar adelante su local en tiempos de crisis.
Pero vamos a lo que importa: el restaurante. Gordo & Flaco está en ese núcleo gastronómico del entorno de las calles Ponzano y Espronceda, una zona donde siguen naciendo casas de comidas y bares de tapas, casi siempre de tipo informal y orientados a la gente joven. Se trata de un local sencillo y moderno: con poco dinero han hecho una sala agradable, lejos de los excesos de esos restaurantes que piensan antes en la decoración que en la comida.
Allí lo importante es lo que sale en los platos, que Ignacio y Marco cuidan con esmero. Para empezar tomamos unas deliciosas croquetas, -perlas las llaman ellos- de jamón, setas y cocido, realmente estupendas. Siguieron unos bastones de berenjena fritos (en la foto) acompañados de un “kepchup campero”, excelentes. Crujientes, ligeros y esponjosos, con un rebozado sutil, al que la salsa de tomate, matizada con hierbas aromáticas, acompañaba a las mil maravillas. Bueno también el falso ceviche de pulpo (cuecen el pulpo ligeramente) los chipirones encebollados y el taco de bacalao, aunque las setas de la guarnición no acompañaban el punto perfecto del confitado.
A los postres, una tarta de manzana y, sobre todo, una panacotta aromatizada a la hierbaluisa, fueron un digno colofón a al cena.
Pero lo mejor estaba por llegar, aunque éramos seis y habíamos tomado dos botellas de vino (un Tilenus berciano, al que mis amigos todavía están alabando, y un Munía de la Ribera de Duero) y cafés (por cierto, excelente el café) nos llegó una cuenta a prueba de crisis: menos de 50 euros por pareja, incluida propina. Si le añades la simpatía de los cocineros propietarios, parece que cenaste en casa.
En definitiva, un sitio a recomendar. Yo seguramente volveré, para probar la parte italiana de la carta (Lasaña, linguini, noqui tortellini…) y los risottos, de los que me han hablado muy bien. Al parecer Marco -ya el nombre es una pista- se maneja muy bien con la cocina trasalpina. Parecen también interesantes algunos platos de carne, que si están tan bien resueltos como los que tomamos, sin duda merecerán la pena.
Porque lo bueno de Gordo & Flaco es que las raciones son pequeñas (y baratas) y tú mismo te puedes confeccionar tu propio menú degustación. Y además son tres locales en uno. Antes de pasar al restaurante se puede tomar unas cervezas en la barra que precede al comedor. Y después, tras el café, por qué no acabar con otra de las especialidades de la casa: el gin-tonic.
Lo dicho, una dirección a incluir en la carpeta de restaurantes que reunen las tres B.
Gordo y Flaco está en Bretón de los Herreros 13, muy cerca de la Calle de Santa Engracia. Los metros de Ríos Rosas y Alonso Cano están muy cerca.
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17 de octubre de 2012

Butifarra sobre crema fina de hinojo















ingredientes
Butifarra, 1 bulbo grande de hinojo,
1 puerro grande o 2 pequeños, 2 patatas grandes, 1 litro de caldo de ave, azafrán, aceite de oliva.














 

elaboración
Troceamos el hinojo, el puerro y la patata y los rehogamos en un poco de aceite. Añadimos el caldo y cocemos hasta que la patata esté tierna. Lo trituramos todo en la batidora, ajustando la cantidad de líquido hasta que nos quede una crema fina (Será necesario triturar durante bastante tiempo a velocidad alta, de manera que la crema emulsione). Mantenemos caliente.

Gallo al vino blanco















ingredientes
1 gallo de un kg
2 puerros
2 dientes de ajo,
150 g de jamón ibérico finamente cortado,
El zumo de medio limón
Un vasito de vino blanco seco
Perejil
Aceite
Sal y pimienta






elaboración
Salpimentamos el gallo. Rehogamos el puerro cortado en juliana.
 Envolvemos el gallo con lonchas de jamón y lo colocamos en una fuente de horno. Ponemos encima el puerro, el ajo y el perejil, todo bien picadito, y añadimos el zumo de limón y el vino. Horneamos a 200º durante 20 minutos.
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Sopa de yogur y chocolate blanco















ingredientes
Sopa de yogur
250 g de chocolate blanco
250 g de yogur griego.

Bizcocho de chocolate negro
250 g de chocolate negro de cobertura,
130 g de mantequilla, 4 huevos, 300 g de azúcar glas,
200 g de harina, 100 g de nueces (opcional)

Decoración
Chocolate negro derretido, algunas frutas rojas y menta.

elaboración
Bizcocho de chocolate negro
Derretimos el chocolate con la mantequilla. batimos las yemas con el azúcar, montamos las claras y tamizamos la harina. Mezclamos todas las preparaciones, removiendo con delicadeza. La claras deben incorporarse al fina. Si queremos, podemos añadir nueces picadas o pistachos o pasas… Al llevar muchas claras, no es necesario poner levadura, pero, si se quiere, puede añadirse un poquito.
Pasamos la mezcla a una tartera y horneamos a 190º unos 20 minutos.

Sopa de yogur y chocolate blanco
Derretimos el chocolate al baño María y mezclamos con el yogur griego.
Enfriamos en la nevera.

Montaje
En el centro del plato ponemos un cuadradito de bizcocho y vertemos alrededor la sopa.
Derretimos chocolate negro y con él dibujamos unos hilos encima de la sopa.
Decoramos con las frutas rojas y alguna hoja de menta
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15 de octubre de 2012

Félix, el pescadero
















Siempre se ha dicho que para ser pescadero en Madrid hay que ser maragato, y Félix Prieto lo es. Pero uno puede ser un pescadero maragato del montón o ser el pescadero por antonomasia: y esto último es Félix, el pescadero por antonomasia en San José de Valderas. O mejor, el pescadero de cabecera de tantas y tantos vecinos de ese barrio alcorconero al que surte de toda suerte de fauna marina comestible desde hace 30 años.
Su pescadería (Hermanos Priero) en una esquina del mercado de Valderas, parece un imán. Sus clientas/es, siempre numerosos, saben que tendrán que esperar cola, pero no parece importarles. Allí, la espera, delante de 20 metros cuadrados de un muestrario de lo más completo y apetecible de lo que el mar produce, nunca es aburrida. Félix conoce por su nombre a toda su clientela y para todos tiene una frase amable, mientras con habilidad de prestidigitador, asesta cortes rápidos y precisos a los pescados que, en cuestión de segundos, pasan a ser hermosas rodajas de merluza, filetes de gallo o tacos de bonito para un marmitako. Yo creo que las vírgenes y los santos del friso de estampitas que decora el puesto hacen horas extra, porque parece un milagro que cada día no se ampute todos los dedos de la mano, porque, mientras maneja esos cuchillos de corte escalofriante, vigila con un ojo la llegada de una clienta, a la que saluda cuando aún está a diez metros del puesto, o jura que está a punto de atender a un cliente que hace un ademán imperceptible de impaciencia por la larga espera. Puede hacer todo esto y mucho más, a la vez que con el rabillo del ojo atiende a sus dependientes o controla todo lo que pasa en los dos pasillos que se dominan desde su atalaya privilegiada.
Pero, lógicamente, además a ese trato “customizado” que te hace sentir cliente VIP, Félix o Hermanos Prieto, como se quiera, tiene una oferta estupenda de pescados y maricos frescos, variados y de calidad. No es que pueda competir en género con las Pescaderías Coruñesas (Hablamos de un puesto en el Mercado de San José de Valderas) pero en la relación calidad-precio, casi seguro que está por delante. Si a esto añadimos la simpatía del jefe, no deben extrañarnos esas enormes bolsas con que carga su clientela cuando sale de allí. Con ese empuje, es normal que la firma Hermanos Prieto (no confundir con la del mismo nombre en el Mercado de Chamartín: otra casa mítica) haya crecido y sea ya una pequeña franquicia con cuatro puestos, siempre en mercados de Alcorcón, e incluso haciendo sus pinitos en la venta por internet.
Lo que ya roza la hazaña es que el mismo Félix que se da el madrugón para ir a Mercamadrid y trabaja todo el día como si tuviese el jefe a su espalda, tiene después fuerzas para hacer footing y se le puede ver en carreras y maratones populares por toda la comunidad.
No es el único pescadero de Alcorcón, pero es único.
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8 de octubre de 2012



Esta semana,
no tenemos clase


El viernes es la fiesta del Pilar y muchos/as aprovecharán el puente para hacer algún  viaje, saliendo incluso el jueves por la tarde. Por eso, para evitar que pierdan alguna clase o que un grupo se retrase con respecto a los demás, hemos decidido suspenderlas.
Lo mismo ocurrirá en la semana de Todos los Santos y en la de la Constitución. Como, previsoramente, hemos empezado pronto, tenemos semanas suficientes en el trimestre para cumplir el programa.
Así que, a disfrutar. Y si hace bueno y decidís salir al campo, no os confundáis: Los Pinos es un centro cívico y no un pinar para buscar níscalos.

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