28 de enero de 2014

El renovado Gastrofestival de Madrid

Bodegón, Van der Hamer-Museo del Prado













Madrid rebosa gastronomías esta semana. Se celebra Madrid Fusion, el mediático y elitista evento que suele reunir a la flor y nata de la cocina mundial y como semejante cónclave no está autorizado para todos los públicos ni para todos los bolsillos, en paralelo se monta de nuevo el GastroFestival.
En los últimos años, este GastroFestival, continuador de Madrid Reataurant Week, había ido languideciendo y perdiendo interés con formatos rutinarios que, al final, se convertían en una especie de talonario de vales descuento para locales que muchas veces no merecían la pena. Por eso, cuando recibí la primera convocatoria no le hice mucho caso: ni pensaba comentarlo en el Blog. Sin embargo, cuando he entrado en la web del festival para curiosear un poco, me he quedado gratamente sorprendida, porque, al menos esta vez, le han echado imaginación y además se lo han “currao”.
El GastroFestival se divide en seis apartados (Experiencias Sensoriales, Gastrocultura, Gastrofashion, Gastrosalud, Madrid Gastronómico y Diseño y Gastronomía) que abren un abanico muy amplio de posibilidades a los que creen que la cocina es algo más que alimentación.
En un vistazo al programa descubres que se puede cenar un menú que preparan Kamilla Seidler y Michelangelo Cestari, que han hecho de sus restaurante Gustu, de La Paz, Bolivia, una Meca Gourmet de los Andes. Si los sabores exóticos que te van son los del extremo oriente, quizá queden plazas para degustar las propuestas de Duangporn Songvisava, la que, dicen, es la mejor cocinera asiática. Méjico, Turquía y el Japón también han traído a alguno de sus grandes chefs para quienes quieran asistir con ellos a la cena con las estrellas.
En plan más tranquilo y doméstico el Gastro festival ofrece la posibilidad de asistir a una cata comentada de algunos de sus productos en ese templo del queso que es Poncelet; maridar vino con queso en Lavinia, una de las grandes tiendas de vinos de Madrid; catar pan de masa madre en la panadería Harina o meterse en una degustación de flores comestibles en la floristería Fransen El Lafite.
Si lo que te gusta es el arte, el Museo de Prado ha preparado el itinerario ”Dulces y vino”, y en el Museo Cerralbo el cocinero Íñigo Carretero va a preparar algunos de los platos decimonónicos que figuran en los menú de las fiestas que daba el marqués. Para no ser menos, la castiza Chocolatería de San Ginés va a montar un par de “Meriendas Literarias”, con algunos escritores amantes de la buena mesa.

El traje de etiqueta en el Museo del Traje, películas con la gastronomía como protagonista en la Filmoteca o un interesante intercambio de libros gastronómicos (Gastrobook Crossing) en el Círculo de Bellas Artes son otras actividades en un evento al que, por supuesto, se han sumado las tiendas gourmet, de menaje o las escuelas de cocina, que organizan actos y ofrecen descuentos especiales para la ocasión.
Por supuesto, también hay restaurantes con menú a precio reducido durante el festival. Clásicos como Viavélez o La Penela (la mejor tortilla de Betanzos); de moda como Luis García de la Navarra; el superfashion Ramses de la Puerta de Alcalá o el estiloso Pan de Lujo: o Entre bocado y bocado, quizá el mejor mejicano de Madrid, son algunos de los que me han llamado la atención en un vistazo superficial sobre la interminable lista de locales que se han sumado al evento. Y para el picoteo, rutas de la tapa y el botellín, rutas golosas e incluso de café.
En total son más de 400 empresas e instituciones las que tienen algo que ofrecer en el Gastro Festival de este año. Con una oferta tan formidable, difícil será no encontrar algo a la medida de tus gustos y tu bolsillo. Lo mejor es meterse en la web y navegar por ese mundo que promete sabores y sensaciones capaces de llevarte al cielo desde Madrid.
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