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18 de mayo de 2020

Flor de pavo tonnato

ingredientes 
1 Kg de pechuga de pavo, 1 taza de mayonesa, 1 c.c. de alcaparras, 1 latita de atún, 2 anchoas, aceite y sal

preparación
  1. En una sartén con un poco de aceite, doramos la pechuga por todos los lados. Sin sal, la llevamos al horno a 200º durante 20 minutos. 
  2. Pasado ese tiempo, la salamos, la envolvemos bien en papel de aluminio y la dejamos, de pie, en un bol hasta que pierda el calor. Soltará un jugo que tiramos. 
  3. Finalmente la guardamos en la nevera y dejamos que enfríe, para luego cortarla en finas lonchas. 
  4. Con la batidora trituramos las alcaparras, las anchoas, y el atún con la mayonesa. 
  5. Pasamos los filetes por esta salsa y los ponemos en el plato, dándoles, si se quiere, forma de flor.   
Podemos hacer el mismo plato cociendo el pavo, en cuyo caso, antes de pasarlo a la nevera, lo dejaríamos en el agua de la cocción hasta que pierda temperatura.

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6 de noviembre de 2019

Canelones de San Esteban

ingredientes 
Relleno 
100 g de carne de ternera a trocitos, 100 g de carne de cerdo a trocitos, 100 g de pechuga de pollo a trocitos, 1 hígado de pollo, cebolla, 2 ajos, 50 ml de vino de Jerez (puede sustituirse con oporto o coñac), 1 tomate rallado, aceite de oliva, 1 rebanada de pan de molde

Bechamel 
1 litro de leche, 40 g de mantequilla, 40 g de harina, sal, pimienta y nuez moscada. 
20 láminas de canelones,125 g de parmesano
 
elaboración
  1. En un poco de aceite, salteamos todos los ingredientes del relleno, siguiendo este orden: primero, la cebolla y el ajo; a continuación, las carnes; finalmente, el tomate y el vino elegido. 
  2. En una picadora, picamos bien todo el relleno junto con la rebanada de pan, y dejamos que enfríe antes de rellenar los canelones. 
  3. Cocemos las láminas de canelones, siguiendo las instrucciones del fabricante, y las rellenamos.
  4. Hacemos una bechamel rehogando la harina con la mantequilla. Añadimos, a continuación, la leche, la sal y la pimienta y removemos hasta que espese. 
  5. En la bandeja del horno, ponemos primero una capa de bechamel, encima una de canelones y cubrimos con el resto de la bechamel. 
  6. Cubrimos con queso parmesano recién rallado y gratinamo
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2 de octubre de 2019

Milanesa napolitana

ingredientes
4 filetes de ternera (puede hacerse también con filetes de cerdo o de pollo), tomate frito, mozarella en lonchas, láminas de champiñón, bacon, queso rallado, harina, aceite para freír, sal 

preparación
  1. Salamos los filetes y los empanamos pasándolos sucesivamente por harina, huevo batido y pan rallado.
  2. Los freímos en abundante aceite caliente y los colocamos en una fuente de horno.
  3. Cubrimos cada filete como si fuese una masa de pizza a la que no puede faltar ni el tomate frito ni la mozarella. En este caso, sobre el tomate frito, colocaremos la mozarella (fresca, si es posible) y, sobre ella, champiñón en láminas, bacon (todo en capas) para terminar con abundante queso rallado. 
  4. Horneamos a 200º hasta dorar.
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23 de mayo de 2018

Pasta con hierbas frescas, al limón

ingredientes 
250 g de pasta larga, aceite de oliva, ajo, tomates cherry, ralladura de limón, 4 c.s. de pan rallado, hierbas frescas (perejil, albahaca, tomillo, orégano, romero, ajedrea, aneldo… todas las que se quiera, pero siempre frescas), virutas de parmesano 

preparación
  1. Cocemos la pasta al dente y la salteamos en aceite al que hemos añadido ajo en láminas y tomates cherry, partidos por la mitad. 
  2. Tostamos el pan rallado en una sartén. 
  3. Con el fuego apagado, echamos sobre la pasta el pan rallado, las hierbas picadas groseramente, la ralladura de limón y el parmesano recién rallado.
 
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15 de noviembre de 2016

Posiblemente, la mejor pizza del mundo















A veces, cuando se cuenta algo especialmente raro, es necesario avisar al interlocutor de que no se le está tomando el pelo. En este caso, la advertencia es de rigor: no es broma.
Hablo de un restaurante, si se le puede llamar así a un local en el que la carta se limita a dos variedades del mismo plato, no ponen pan, los vasos son de plástico, las servilletas de papel y la carta de vinos sólo contempla el “vino de la casa”, como única opción, junto a un refresco de cola, una cerveza o un agua mineral. ¿Puede existir algo así? Pues existe desde 1870 (entonces sin vasos de plástico) y tiene tanto éxito que los clientes hacen hasta dos horas de cola (no admite reservas, sólo da números) para entrar en este “santa santorum” de la gastronomía que además permite comer por muy pocos euros.
L'antica pizzería da Michele
Desvelemos ya el misterio, porque esto empieza a parecer una adivinanza: se trata de L’antica Pizzería da Michele y está en Nápoles. A cualquier hora del día, un numerosos grupo de personas espera, como al Mesías, la aparición en la puerta del empleado que, en voz alta, canta el número de la persona o grupo de personas a las que corresponde entrar y, enseguida, entre la concurrencia, se observa un movimiento de gente con bobalicona cara de felicidad que se apresura para no perder el turno tanto tiempo esperado y que por fin llegó. Turistas, jóvenes Erasmus guiando a su visita familiar, napolitanos con huéspedes, L’antica Pizzería da Michele es un potentísimo imán para quienes aman esta delicia italiana, aunque en el restaurante de enfrente y en el de más allá, den una pizza también muy buena y a precios comedidos.
Nada más entrar, enfrente, se ve a varios “pizzeros” que sin parar preparan las masas que, tras el aditamento de los oportunos ingredientes, llevarán a horno de leña que preside la sala. Cuando las pizzas están en su punto, ellos mismos las servirán a la mesa que las pidió. Sólo admiten dos posibilidades, la pizza Margherita o la Pizza Marinara, dos pizzas sin “papocchie”, es decir, sin pamplinas.

Desde 1870
El local, con tres salas no muy grandes, de techos altos e iluminadas con fluorescentes, está siempre a rebosar y parece un milagro que los “maestros pizzeros” vestidos de rigurosos blanco, se puedan mover entre las mesas, siempre al completo, y los afortunados clientes que ya consiguieron entrar pero que aún tienen que esperar de pié a que la mesa que esta terminando les deje el campo libre. Cuando por fin se sientan, aparecerá alguien que deja (literalmente “deja”, no coloca) los cubiertos, y una servilleta de papel y un vasito de plástico por comensal. La comanda, con tan ascética variedad, es rápida y, como la pizza se hace al momento, queda un poco de tiempo para mirar en las paredes las fotos de Julia Roberts, Maradona, o más reciente mente del Portero del Nápoles, Pepe Reina, y tantos clientes famosos con los que se ha fotografiado el último representante de la familia Condurro, al que se puede ver en persona, moviéndose cadencioso por las salas, atento a que todo vaya bien.
Y el momento de la consagración ha llegado. Sobre la mesa aparecen esos redondeles, espléndidos como el as de oros, que confirman que la espera no ha sido en vano. En Napoles, donde la Pizza casi siempre alcanza niveles de excelencia, puede haber otros locales que igualen la calidad de las que vende (también tiene take away) la L’antica Pizzeria da Michele, pero comerlas allí tiene algo que yo, que no soy mitómana, no sabría describrir, pero merece la pena vivirlo. Si los Condurro llevan seis generaciones de éxito, desde que el patriarca Michele llegó a Nápoles en 1870 no es por casualidad. Aunque algo ayuda, la falsa leyenda de que en su local se creó la Pizza Margherita, ya sabéis, con los colores rojo del tomate, blanco de la mozzarella y verde de la albahaca, que componen esa bandera gastronómica italiana. Eso fue en la Pizzería Brandi, pero esa es otra historia.

Nota: Como digo, en cualquier pizzería de Nápoles, donde hagan su propia masa, venden pizzas extraordinarias a precios también extraordinarios. Creo que esa es la razón de que apenas existan en la ciudad locales de esas cadenas americanas de comida rápida. Aunque hay quien dice que quizá la Camorra tenga también algo que ver.

L'antica Pizzeria da Michele
Via Cesare Sersale, 1 y 3
Nápoles
Tel. +39 081.5539204

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25 de mayo de 2016

Baba

ingredientes
Masa
220 g de harina
12 g de levadura fresca
3 huevos
70 g de mantequilla
30 g de azúcar
una pizca de sal
mantequilla para untar y un poquito de leche

Baño
500 ml de agua
200 g de azúcar
40 g de ron añejo  

preparación
  1. Desleír la levadura en un poquito de leche templada.
  2. Mezclar la harina, la levadura con la leche, los huevos, el azúcar y la pizca de sal. Al amasar, quedará una masa pegajosa.
  3. Incorporar la mantequilla y volver a amasar.
  4. Dejar reposar la masa, tapada, durante al menos una hora.
  5. Engrasar los moldes (pueden ser flaneritas), llenarlos a no más de la mitad y dejarlos reposar, tapados, durante media hora.
  6. Hornear a 180º entre 15 y 20 minutos.
  7. Mezclar en un cazo los ingredientes del baño y hervir durante 10 minutos.
  8. Desmoldar los bizcochitos cuando aún estén templados y sumergirlos en el baño caliente pero fuera del fuego.
    Antes (izda) y después (dcha) del baño
  9. Se hacen de dos en dos, empujándolos con una espumadera para que se empapen bien y no floten. Su tamaño aumentará mucho.
  10. Los vamos dejando en una rejilla para que escurran.
  11. A la hora de comer, los rellenamos con nata montada y, si tenemos, los adornamos con alguna fruta roja.

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11 de mayo de 2016

Roller pizza

ingredientes
Pizza
500 g de harina
250 ml de agua templada
6 c.s. de aceite
20 g de levadura
1 c.c. de sal

tomate frito
albahaca
mozzarella

preparación
  1. Hacemos una masa de pizza, disolviendo la levadura en el agua templada, mezclando todos los ingredientes y amasando hasta formar una bola.
  2. La ponemos en un bol, la tapamos con un paño y dejamos que doble en un sitio cálido.
  3. Una vez que haya doblado su volumen, la amasamos ligeramente quitándole el gas y ya la tenemos lista para utilizar.
  4. Estiramos la masa de pizza lo más fina posible y la recortamos para que forme un rectángulo.
  5. Ponemos encima, generosamente, el tomate, la albahaca y el queso.
  6. Enrollamos por el lado más largo como si fuera una alfombra.
  7. Cortamos, perpendicularmente, porciones de dos dedos de ancho, que colocamos juntas y sobre una de sus bases en un molde de horno.
  8. Horneamos a 250º durante 20 minutos.

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4 de mayo de 2016

Ensalada de hinojo, naranja y provolone

ingredientes
pasta corta de colores
hinojo
naranja
apio
nueces
aceitunas sin hueso
provolone
cebolleta
aceite
vinagre y sal

preparación
  1. Cocemos la pasta al dente.
  2. Cortamos el hinojo en juliana, y, a trocitos, la naranja, el apio y el provolone.
  3. Hacemos una vinagreta simple con el aceite, el vinagre y la sal.
  4. Mezclamos todo con las nueces y las aceitunas en una ensaladera.

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Vitello tonnato

ingredientes
pez, rabillo o redondo de ternera
apio
ajo
1 cebolla
1 patata
1 zanahoria
clavos
laurel
romero

Para la salsa
½ litro de mayonesa
limón
1 lata de atún (185 g)
1 c.s. de alcaparras
6 – 8 anchoas

Para decorar
huevos duros
alcaparras

preparación
  1. Ponemos a cocer la pieza de carne atada con el resto de los ingredientes durante un a hora, cuidando de que la carne quede cubierta por el agua, que habremos salado convenientemente.
  2. Dejamos que enfríe en el caldo. Es importante hacer estos dos pasos con bastante antelación.
  3. Mezclamos las mayonesa con el atún, las alcaparras y las anchoas y lo trituramos con la batidora.
  4. Cortamos la carne a filetes, la colocamos en una fuente y la cubrimos con la salsa.
  5. Decoramos con huevo duro y alcaparras.

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19 de enero de 2016

Ñoquis fritos de provolone















ingredientes
700 g de patatas
150 g de harina
1 c.c. de levadura química
1 huevo
100 g de parmesano rallado
50 g de provolone
sal
pimienta y nuez moscada,  
Para rebozar y freír
Harina, huevo, parmesano y aceite
Salsa
Tomates maduros, albahaca fresca, aceite y sal

preparación
  1. Cocemos la patata con su piel, la trituramos y la dejamos enfriar.
  2. La ponemos formando un volcán sobre la mesa, ponemos el huevo en la cavidad del volcán y, sobre la patata, harina tamizada, la levadura, el queso parmesano, sal, pimienta y nuez moscada.
  3. Amasamos y formamos una masa más bien húmeda.
  4. Estiramos porciones sobre harina y cortamos pedacitos para formar los ñoquis.
  5. A cada porción le ponemos en el centro un trocito de provolone.
  6. En este punto, lo podemos freír o bien pasarlo por un rebozado de huevo primero y después harina mezclada con parmesano rallado. También los podríamos hacer como los ñoquis tradicionales: cociéndolos.
  7. Los acompañamos con tomate cortado a cuadraditos, rehogado con abundante albahaca.
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29 de septiembre de 2015

Caponata de melanzane alla siciliana

ingredientes
2 berenjenas
2 ramas de apio
6 tomates maduros
1 cebolla
albahaca
un puñado de aceitunas
piñones
alcaparras
1/4 de vaso de vinagre
aceite

preparación
  1. Cortamos las berenjenas a dados y las dejamos media hora con sal.
  2. Pelamos y picamos el resto de las verduras.
  3. Rehogamos la cebolla y el apio y después las aceitunas, los piñones y las alcaparras.
  4. Incorporamos el tomate y la sal y dejamos todo al fuego durante 10 minutos.
  5. Freímos y escurrimos los dados de berenjena y los añadimos al guiso.
  6. Por último, le ponemos la albahaca, un poco de vinagre y azúcar y dejamos 10 minutos a fuego bajo.
Se puede comer tanto fría como caliente.
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Pasta con le sarde


ingredientes
Pan duro
½ kilo de pasta
2 latas de sardinas en aceite de oliva
2 anchoas
½ bulbo de hinojo
1 cebolla
50 g de piñones
50 g de pasas
azafrán
1 vaso de vino blanco
aceite

preparación
  1. Cortamos el pan en cuadraditos pequeños, casi migas, y lo doramos en una sartén con muy poco aceite.
  2. Rehogamos la cebolla y el hinojo.
  3. Troceamos las sardinas quitándoles las espinas y las dejamos en su aceite.
  4. Majamos el azafrán y añadimos el vino.
  5. Echamos a la sartén la anchoa y las pasas. Incorporamos el vino y el azafrán. Dejamos que evapore el alcohol y agregamos un poco de agua, pimienta y los piñones tostados.
  6. Cocemos la pasta, escurrimos y a la incorporamos a la salsa junto con las sardinas. 
  7. Colocamos en el plato y encima ponemos piñones, el pan frito y las hojas del hinojo.
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Cannoli

ingredientes

masa
300 g de harina
100 g de azúcar
1 huevo
3 c.s. de marsala
½ c.c. de canela
50 g de manteca de cerdo.

relleno
½ kg de ricotta
4 c.s. de azúcar glas
chocolate rallado o picado

fruta escarchada
cerezas en almíbar o pistachos molidos para decorar los extremos
aceite de girasol para freír
azúcar glas.

preparación
Hacemos una bola con todos los ingredientes de la masa, añadiéndole un poco de agua si fuera necesario.
Estiramos y cortamos en círculos.
Con los círculos de masa abrazamos moldes de caña para formar canutos.
Freímos en abundante aceite y sacamos los cannoli de los tubos.
Pasamos la ricotta por un colador y le añadimos el azúcar y el chocolate.
Con una manga pastelera llenamos los cannoli desde los dos extremos y decoramos el exterior con media cereza, o fruta confitada picada o pistachos molidos.
Espolvoreamos con azúcar glas.

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28 de septiembre de 2015

A la mesa con un mafioso

















He vuelto de Sicilia decepcionada: no hubo un mafioso que me invitase a cenar. Es más, no vi mafiosos por ninguna parte y como, al parecer, “haberlos haylos”, creo que no exagero si digo que la mafia pasó de mí. Aunque quizá no estuve suficientemente atenta y ya se sabe, porque estamos hartas de verlo en el cine, que la mafia se expresa con señas apenas perceptibles. Lo mismo, sin darme cuenta, he tenido al lado a uno en un restaurante o me he rozado con él en uno de esos maravillosos mercados de Palermo, pero es que allí yo estaba a otra cosa. En Palermo, en Siracusa, en Catania, un mercado al aire libre (no vi ninguno bajo techo) es un espectáculo inolvidable que reúne todos los colores, aromas y sabores del Mediterráneo, un mar que parece resumido en la cocina de Sicilia.
Ese rojo siempre intenso de los tomates, frescos o secos; el morado oscuro de las berenjenas, la hortaliza reina de los platos de la isla; el verde suave de las aceitunas, que se venden sin aliñar para que cada cual le de su propio toque; las alcaparras, puestas a macerar en sal; los higos chumbos, entre verdes y rosados; los melones de un amarillo intenso… Y las “pescherias”, donde los pescados parecen estar saltando todavía, como intentando liberarse de la red, junto a las solemnes cabezas de los peces espada y de esos pulpitos traslúcidos que vuelven loco al comisario Montalbano. Allí, en el mercado de la Vucciria, en el de Ballaró o en el más auténtico del Capo, en el popular barrio que se extiende detrás de la catedral, hacen la compra las amas de casa palermitanas, para preparar después la caponata, la versión siciliana de nuestro pisto o de la musaka griega. 
La caponata es quizá el plato más conocido de Sicilia donde la pasta se hace “alle sarde” (con sardinas) o “alla Norma” con berenjenas, tomate y ricota salada, en homenaje a la heroína de la ópera de Bellini, que nació en Catania. Los pescados, el otro gran apartado de la cocina siciliana, se preparan sin grandes elaboraciones lo que permite disfrutar la frescura que conservan del mar, siempre próximo. Es muy curioso el “cous cous de pescado”, una especia de paella a la siciliana que se elabora con pescados de roca y esa sémola norteafricana que, junto a las especias, es el rastro de la importante influencia árabe en la cocina de la isla. El arroz, que también llegó del sur, es el ingrediente básico de las Arancine, esa especie de croqueta siciliana, rellena de ragú, que se toma como tentempié en las “Tavolas Caldas”. Y por supuesto, todo con relleno o acompañamiento de pasas, piñones, pistachos (por todas partes pistachos) y demás frutos mediterráneos.
Como las almendras, ingrediente fundamental de la Fruta Martorana, ese mazapán con ancestros árabes al que las monjitas de un convento dieron llamativas y coloristas formas de frutas, que a veces confunden. Pero el dulce siciliano por excelencia son los cannoli, unos canutillos rellenos con queso ricota a los que se da sabor con vainillas, chocolates o cualquier combinación que no sea ajena a la pastelería. Y los helados. Los hay de todos los gustos y sabores, pero con una rareza que los hace especiales: el barquillo es sustituido por un brioche (brioscia siciliana) que le da un sabor especial. A primera vista parece que meter un helado en un bollo no es lo más adecuado. Cuando lo pruebas, casi seguro que cambias de opinión. Si a estos manjares autóctonos se les añaden otras delicias de la cocina italiana, que nunca faltan en la carta de un restaurante, no hay razón para no sentarse a la mesa con entusiasmo y con el firme propósito de empezar un régimen prusiano al regreso a casa.
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13 de mayo de 2015

Pizza a la piedra


ingredientes
masa
500 g de harina de fuerza
25 g de levadura
250 ml de agua
1 c.s. de sal
6 c.s. de aceite

relleno
tomate frito
albahaca
mozzarella

preparación
  1. Hacemos la masa mezclando los ingredientes y amasándolos y dejamos reposar. (La cantidad será suficiente para hacer tres pizzas)
  2. Estiramos una porción de masa hasta dejar una galleta muy finita.
  3. La colocamos sobre papel de horno y ponemos encima primero el tomate y luego la mozzarella y la albahaca.
  4. Precalentamos el horno a 250º al menos desde media hora antes de hornear, poniendo la piedra sobre la rejilla del horno, que colocaremos en el suelo de este.
  5. Ponemos sobre la piedra la pizza, sin separarla del papel, que luego facilitará mucho el manejo de la pizza.
  6. Horneamos durante siete minutos y servimos inmediatamente.

Con ligeras variantes, esta es la receta de la pizza Margarita

12 de mayo de 2015

Pizza















Cada segundo se comen 95 pizzas en todo el mundo. Cada año más de 30.000 millones, lo que quiere decir que tocamos a cuatro y media por persona, aunque a algunas no les llegue nada. Es, sin duda, uno de los dos o tres platos más populares del planeta y, por supuesto, el que más se sirve a domicilio: ¿porqué no venis a casa a ver el partido y pedimos unas pizzas?.
Como todos los alimentos populares, la pizza parece fruto de la improvisación con los ingredientes de que se dispone, que siempre suelen ser de lo más sencillo. Si uno tiene tomates, pimiento, pan, aceite y vinagre, más agua fresca, no es raro que, en el asfixiante verano andaluz, termine haciendo un gazpacho. Por lo mismo, si estás haciendo masa para una torta fina de pan y tienes a mano pimiento, tomate, queso fresco, hierbas aromáticas etc. No hace falta tener la inventiva de Edison para que a alguien se le ocurra ponerlo todo sobre la torta y meterlo al horno. Yo creo que la mayoría de los platos de la cocina popular se han creado así, probando con lo que había. El que luego se hayan convertido en “clásicos populares” depende de la suerte que haya habido con la mezcla. Y con esta, con la pizza, el acierto fue total.

Desde el Mediterráneo
No está muy claro donde surgió. En el Mediterráneo hay una larga tradición de panes redondos, planos y finos, es decir, de bases de pizza. Ponerles algo encima, debió ser algo normal. En todo caso, se considera que la pizza, tal como la conocemos ahora, nació en Nápoles y casi se puede decir que con los colores, verde, blanco y rojo, de la bandera de Italia… y de la pizza Margarita. La más famosa de las pizzas fue creada en 1889 para honrar a la Reina Margarita de Saboya que visitaba la ciudad. El cocinero Raffaele Esposito, de la pizzería Brandi, henchido de ardor patriótico, preparó una base de pizza y dispuso sobre ella salsa de tomate (rojo),albahaca (verde) y mozarella (blanco): “ecco” la pizza Margarita o la bandera de Italia, según como se mire. La pizzería Brandi, todavía sigue abierta y despachando sus deliciosas pizzas.
En el siglo XIX, nada menos que cuatro millones de italianos emigraron a América, llevando con ellos su cocina y, por supuesto, la pizza, un alimento barato, nutritivo y delicioso. La mayoría de ellos fueron a buscarse a la vida a Estados Unidos y un grupo menor, pero también muy numeroso, a la Argentina: no hay más que ver los apellidos de los centenares de futbolistas que nos llegan de ese país. Quizá por eso –por la emigración, no por los futbolistas- Argentina y Estados Unidos son los dos países que han adoptado la pizza como algo propio y tienen versiones autóctonas que la diferencian de las mil variedades de la italiana. Hay que decir que, a pesar de que los inmigrantes llevaron la pizza a América hace dos siglos, la verdadera popularidad de este alimento llegó tras la segunda guerra mundial, cuando los soldados americanos que la habían probado en Italia regresaron a su país y la buscaron en los restaurantes de la colonia italiana. De ahí a los Pizza Hut, Domino’s, étc. había sólo un paso que la industria dio rápidamente con las desastrosas consecuencias gastronómicas que todos conocemos.
La pizza, con las hamburguesas o el pollo frito, se ha convertido en sinónimo de comida rápida o, dicho sin tantos reparos, comida basura, la “comida chatarra”, que dicen los argentinos, que, junto los italianos, tienen todavía la suerte de poder disfrutar de la pizza casera o, al menos, no industrial.

Las normas de la casa de la Pizza
Porque para comer pizza, con todas sus exquisitas variedades, hay que ir a Italia.
Y ya que estas allí, para no parecer más guiri de lo que delate tu acento, procura seguir estas normas:
  • Sólo se sirve pizza en las pizzerías. Los demás restaurantes, a no ser que sean turísticos, no la sirven. No se pide una porción de pizza o una pizza para compartir. Las pizzas que se toman en la pizzería, por grandes que sean, son para una persona. Sólo se pide una ración en los locales de Pizza al taglio. Es decir, de pizza al corte.
  • Por la misma razón, la pizza hay que comérsela entera. No es un plato light, pero ¿te dejarías media fabada?
  • Es de guiris pedir pizza a la boloñesa. La boloñesa es una salsa. Aunque existe el ragut a la boloñesa, es pecado ponerle carne a la pizza, salvo que antes se haya transfigurado en embutido o jamón.

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