7 de mayo de 2013

El paraíso del plástico

En Madrid, en la Ronda de Atocha nº 16 está una de las tiendas especializadas más curiosas que conozco. Se llama Ros y vende sólo una cosa: muelles. Pero si entras allí podrás  pedir cualquier muelle que se te ocurra, desde los casi microscópicos, para arreglar un reloj de pulsera, hasta el resorte enorme que, en el circo, lanza al cielo al hombre bala. Sólo les falta el grafitti de Muelle, casi imposible de encontrar  ya en las calles de Madrid.
Me encantan esas tiendas muy especializadas  en las que encuentras cosas que ni imaginabas que existieran.  Casi me hipnotizan. Puedes buscar, corchos, velas, hebillas o telas de flores… en ellas encontrarás el tamaño y forma que busques y otras muchas más que ni te imaginas para qué sirven. Y además, esto no falla, te atenderán dependientes a la antigua que saben todo lo que se puede saber sobre el producto que venden; esos dependientes que, no sé por qué, visten siempre el guardapolvos  azul que posiblemente desaparecerá con ellos el día que se jubilen, que no parece muy lejano.
Hace poco descubrí una de esas tiendas. Se llama Manuplas y está especializada en plásticos. Es un local grande en el que, sin orden ni concierto,  se suceden las estanterías llenas de los productos más variados con un común denominador: el plástico. Lo mismo puedes encontrar carpetas para clasificar documentos, que hules, bidones, cajas o envases de todo tipo. No acabaría si quisiera enumerar todo lo que vi, perdida durante más de media hora en esos desorganizados pasillos.  Para lo que nos interesa, lo que tiene que ver con la cocina y la mesa, hay un amplio surtido: embudos de todos los calibres, frascos, biberones, pipetas, bidones, envases de mil tamaños  para sólidos o líquidos, manteles, moldes, bandejas, cubiertos y platos. El plástico no parece lo más indicado para cocinar, -en los fogones, las temperaturas son altas-, tampoco suele ser muy glamouroso, pero es muy útil para otras muchas cosas. Por ejemplo: para almacenar. Es cómodo para conservar productos cuyo envase, una vez abierto, no se puede cerrar. De lo más adecuado para guardar en el congelador  parte de esos guisos que hacemos en una cantidad mayor de la que vamos a consumir de una vez. Nos puede servir también para conservar legumbres, especias o algún líquido que hayamos comprado a granel. En fin, si vas a un sitio como Manuplas, seguro que encuentras cosas que te empiezan a parecer  imprescindibles en la cocina, aunque antes nunca lo  hubieras imaginado.  Eso sí, no busques diseño, allí sólo hay cosas prácticas que, además, no son caras, como no lo es el plástico.

Manuplás
Paseo de Sta Mª de la Cabeza 24
28045 Madrid
915 283 457

No se me ocurren platos con el muelle entre sus ingredientes, pero alguna vez lo podemos necesitar para arreglar un pequeño electrodoméstico. Por si acaso también pongo la dirección

Muelles Ros
Rda. Atocha, 16
28012 Madrid
914 680 983
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2 comentarios:

guadalupe dijo...

fantastico como siempre
Enhorabuena por el numero conseguido .... se aumentara facilmente

elena dijo...

Casi 100.000 visitas y de ellas seguro que muchas tuyas. Gracias