1 de octubre de 2012

La Gourmet Experience de El Corte Inglés

De nuevo he pasado por la Gourmet Experience, de El Corte Ingles. Se trata de la última apuesta gastronómica de estos grande almacenes y quería ver con más detenimiento cómo era aquello. Aunque había estado antes, iba con prisas y no me hice una idea. Desde entonces no había tenido ocasión de volver. Para los que vivimos en Alcorcón la tienda más cercana del Corte Inglés está en San José de Valderas y la Gourmet Experience parece que sólo la ponen en las zonas de más poder adquisitivo: Castellana y Goya.
Ayer, aprovechando la visita a una exposición de fotografía, (Imogen Cunnigham, Sala Mapfre, en AZCA. Metro Santiago Bernabeu. Merece la pena el viaje) pasé por el Gourmet Experience de Castellana.
Alguien me había dicho que era comparable al Hediard de la Madeleine de París, o el food & wine de Harrods. A mí no me lo pareció.
Yo diría que es una mezcla del Club del Gourmet y el Mercado de San Miguel. Eso sí, a lo grande, con lujo y con precios en consonancia.
El local se estructura como una calle en la que pasamos por diversas tiendas y barras en las que podemos tomar y comprar desde pan hasta ostras. Todo bajo el logo de algunas de las firmas más prestigiosas en su ramo. Así, Oyster Bar sirve y vende las ostras o el caviar, Cinco Jotas el jamón, Mister Lee comida japonesa, y, en esa línea un selecto etc.  Se pueden tomar zumos exóticos recién exprimidos en Re Fresh, comprar pan, un croissant o un brioche en (h)arina o llevarse una bandeja surtida de Ahumados Dominguez. No falta la pizza en Pizza al cuadrado o las hamburguesas en Hamburguesa nostra (nada que ver ni en calidad ni en precios con las marcas de comida rápida que todos conocemos).
Y en medio, elegantes estanterías de diseño nos ofrecen los mejores patés franceses, quesos de media Europa, los aceites y vinagres más selectos, las mejores conservas de pescado y vegetales, la pasta italiana de más calidad, aristocráticas mermeladas inglesas, mil mezclas de té, pastas y galletas de los obradores de más tradición… y, por supuesto, una bodega  muy completa. Todo exquisito, desde la envoltura a los sabores que dejarán en nuestro paladar. Todo selecto, también en el precio. He visto una lata de mejillones a 19 euros, aceite virgen extra a 22 y en vinos no quiero ni contar. Si quieres comprar café tienen una tienda de Nespresso. Los bombones, de Godiva. Y el restaurante lleva el prestigioso nombre de La Máquina.
En fin, un sitio para que disfruten los sentidos (no sólo el del gusto) y sufra el bolsillo. Ya digo, no es Hediard, ni Fauchon, ni la célebre sección gastronómica de Harrods. Tampoco se parece a mi querido SuperTurre, pero merece la pena darse una vuelta por allí y caer en alguna de las mil irresistibles tentaciones que nos acosarán. No todo va a ser Mercadona.
Yo sólo compré dos cosas: unos huevos trufados (cuando se abre el embase desprenden un profundo olor a trufa y una trufa de invierno, que son las mejores. Total, casi 25 euros. Me sorprendió la cantidad de productos que incluyen setas y trufas como valor añadido: desde pastas a arroces, pasando por aceites, vinagres, quesos y mil productos más. Creo que es cosa de los italianos que son unos artistas para vender al mundo sus productos y su cocina.A mí, como se ve, me los han vendido

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2 comentarios:

pepa dijo...

me tengo q conformar con mercadona..jeje

elena dijo...

Nos vemos en Mercadona