Me gusta navegar por internet sin buscar nada concreto:
simplemente por el hecho de ir encontrando cosas. Cuando descubro algo interesante, lo incluyo
en favoritos y sigo brujuleando. Últimamente, he encontrado varias páginas de
pintores y fotógrafos que coinciden en trabajar sobre imágenes de alimentos
para darnos una visión nueva, irónica, a veces insólita y siempre bella de las
cosas de comer: de comer con los ojos, en este caso.
Saxton Freymann trabaja con frutas y hortalizas que,
en sus manos, pasan del reino vegetal al animal, como este plátano perrito
O este pepino trasfigurado en un fórmula 1 de los
sesenta, al que en un rasgo de humor Freyman llama “fast food”.
Tampoco esta mal este feliz rebaño de coliflores que,
mejor que al estilo de Sepúlveda, podríamos asar con la receta de la semana
pasada.
Podéis encontrar más obras, igual de tiernas y
divertidas, en ibytes
.
Mitchell Feinberg es fotógrafo y publicista. Sus
imágenes nos revelan aspectos inesperadamente bellos de alimentos que a los ojos
del común de la gente sólo parecen suculentos.
En esta página y en esta hay más ejemplos.
El holandés Tjalf Sparnaay pinta
bocadillos como este, que estarían para comérselos si no fuera por el tamaño de
sus cuadros hiper-mega realistas.
Sin embargo, al israelí Shay Aaron le dio por miniaturas como esta, que no
tienen ni un bocado.
Ah, por
cierto, este lunes hemos llegado a las 60.000 visitas. No está mal.
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