De nuevo he pasado por la Gourmet Experience, de El Corte Ingles. Se trata de la
última apuesta gastronómica de estos grande almacenes y quería ver con más detenimiento cómo era aquello. Aunque había estado antes, iba con prisas y no me hice una idea. Desde entonces no había tenido ocasión de volver. Para los que vivimos en Alcorcón la tienda más cercana del Corte Inglés está en San José de Valderas y la Gourmet Experience parece que sólo la ponen en las zonas de más poder adquisitivo: Castellana y Goya.
Ayer, aprovechando la visita a una exposición de fotografía, (Imogen Cunnigham, Sala Mapfre, en AZCA. Metro Santiago Bernabeu. Merece la pena el viaje) pasé por el Gourmet Experience de Castellana.
Ayer, aprovechando la visita a una exposición de fotografía, (Imogen Cunnigham, Sala Mapfre, en AZCA. Metro Santiago Bernabeu. Merece la pena el viaje) pasé por el Gourmet Experience de Castellana.
Alguien me había dicho que era comparable al Hediard de la
Madeleine de París, o el food & wine de Harrods. A mí no me lo pareció.
Yo diría que es una mezcla del Club del Gourmet y el Mercado
de San Miguel. Eso sí, a lo grande, con lujo y con precios en consonancia.
El local se estructura como una calle en la que pasamos por diversas
tiendas y barras en las que podemos tomar y comprar desde pan hasta ostras. Todo
bajo el logo de algunas de las firmas más prestigiosas en su ramo. Así, Oyster
Bar sirve y vende las ostras o el caviar, Cinco Jotas el jamón, Mister Lee comida
japonesa, y, en esa línea un selecto etc. Se
pueden tomar zumos exóticos recién exprimidos en Re Fresh, comprar pan, un
croissant o un brioche en (h)arina o llevarse una bandeja surtida de Ahumados
Dominguez. No falta la pizza en Pizza al cuadrado o las hamburguesas en Hamburguesa
nostra (nada que ver ni en calidad ni en precios con las marcas de comida
rápida que todos conocemos).
Y en medio, elegantes estanterías de diseño nos ofrecen los
mejores patés franceses, quesos de media Europa, los aceites y vinagres más
selectos, las mejores conservas de pescado y vegetales, la pasta italiana de más calidad, aristocráticas mermeladas inglesas,
mil mezclas de té, pastas y galletas de los obradores de más tradición… y, por
supuesto, una bodega muy completa. Todo
exquisito, desde la envoltura a los sabores que dejarán en nuestro paladar.
Todo selecto, también en el precio. He visto una lata de mejillones a 19 euros,
aceite virgen extra a 22 y en vinos no quiero ni contar. Si quieres comprar
café tienen una tienda de Nespresso. Los bombones, de Godiva. Y el restaurante
lleva el prestigioso nombre de La Máquina.
En fin, un sitio para que disfruten los sentidos (no sólo el
del gusto) y sufra el bolsillo. Ya digo, no es Hediard, ni Fauchon, ni la célebre
sección gastronómica de Harrods. Tampoco se parece a mi querido SuperTurre,
pero merece la pena darse una vuelta por allí y caer en alguna de las mil irresistibles
tentaciones que nos acosarán. No todo va a ser Mercadona.
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2 comentarios:
me tengo q conformar con mercadona..jeje
Nos vemos en Mercadona
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